Nació hace 35 años en Rosario, la tercera ciudad argentina con más población e inscrita en la provincia de Santa Fe, cursó estudios de Ciencias Sociales en Buenos Aires y se subió a un escenario profesional en 2004. Nicolás Martinelli interpreta el papel de Jean Valjean, uno de los protagonistas del musical que esta noche, a partir 20:30 horas, se estrena en la Sala Sinfónica del Auditorio de Tenerife. Antes de formar parte del elenco de "Los Miserables", el artista rosarino asumió otros papeles en musicales como "El fantasma de la ópera", "La bella y la bestia", "Eva, el gran musical argentino", "Disney 100 años de magia" o "El jorobado de París". "En Argentina no todos queremos ser Maradona o Messi; muchos quieren vivir de algo que no esté vinculado con el fútbol", reconoce Martinelli.

¿Cómo vive la experiencia de participar en "Los Miserables"?

Uno desde chico se fija unos retos en base a sus inquietudes personales y es obvio que el que siente una atracción por el género de los musicales sueña con poder representar algún un papel en "Los Miserables", que es el clásico de todos los clásicos y que forma parte de mi vida desde que tenía 15 años.

Lo suyo, pues, fue un flechazo a primera vista, ¿no?

Desde el punto de vista emocional, venir de otro país para estar en este musical me traslada a un periodo de mi vida en el que soñaba con estar dentro de "Los Miserables". Es muy complicado explicar unos sentimientos que tengo interiorizados desde hace más de dos décadas. Por un lado me he encontrado con un grupo humano increíble, pero la experiencia de ir descubriendo día a día al personaje de Jean Valjean está siendo maravillosa. Cuando me llamaron para audicionar Valjean no estaba en mi cabeza. Mi familia y algunos amigos me preguntaron tras el casting: "¿De qué quedaste? ¿De Marius?". Fue en ese instante cuando les conté que hago de Jean Valjean y, claro, ellos se extrañaron porque es un personaje que tiene una edad distinta a la mía.

¿Cómo surgió la posibilidad de participar en su primera experiencia artística en España?

Yo estaba en Argentina y me contaron la posibilidad de realizar una audición por vídeo. Un equipo de Stage Entertainment se desplazó a mi país para buscar protagonistas para "El Rey León" y "Los Miserables" y a los tres meses, más o menos, me convocaron para que viajara a España con la intención de participar en otras audiciones. Después de tres viajes se concretó esta gran oportunidad.

¿El de Jean Valjean, de momento, es el papel de su vida?

Sí, definitivamente sí que lo es... En Argentina había interpretado papeles más discretos en "El fantasma de la ópera", "La bella y la bestia" o "Sonrisas y lágrimas"... Valjean es enorme, pero mucho más es la perfección con la que se escribió este musical.

¿Cree que este rol artístico será una especie de plataforma para acometer en el futuro proyectos de mayor calado?

Eso es algo que me cuesta valorar porque "Los Miserables" es un proyecto recién estrenado... Cuando empezaron los ensayos unos chicos de la facultad de periodismo me preguntaron cuáles eran mis planes de futuro como artista y lo único que se me ocurrió decir es que yo estoy viviendo en estos instantes mi sueño, no voy a pensar más allá de "Los Miserables". Además, sinceramente, ya tenía ganas de salir de Argentina para probar otros países y todo se dio perfecto para estar en medio de esta gira.

Este será su primer contacto con Canarias. ¿Cómo se la imagina?

No conozco aún las Islas, pero mi papá sí que ha viajado varias veces y siempre me habló maravillas de Canarias. De hecho, va a aprovechar la presencia de "Los Miserables" en el archipiélago para volver. Él dice que viene a verme, pero igual su visita está vinculada con la posibilidad de regresar a las Islas (sonríe).

¿Ha encontrado muchos cambios en la forma de trabajar que hay en España con respecto a las experiencias que acumuló en su país?

Yo me siento bastante cómodo aquí porque entre los compañeros y en los miembros de la producción se respira un alto profesionalismo. "Los Miserables" es una marca que no necesita ser presentada porque se vende solo -antes de que comenzara esta gira ya se había representado 68.000 veces en el mundo ante más de 65 millones de espectadores-, pero es verdad que entre España y Argentina hay unas formas de trabajar distintas que están bien marcadas en los dos casos.

¿Una curiosidad? A usted ya le tocó vivir en primera línea la crisis argentina y ahora está viviendo la española. ¿Son parecidas?

Lo que pasa es que la española la vivo desde otro lugar... Aún no llevo el tiempo necesario en este país para hacerme una composición real de esta crisis y, además, tengo la fortuna de estar en el bando de los que tienen trabajo. No es lo mismo sufrirla en el lado de los que no tienen un empleo.

¿Y cómo siendo de un país tan futbolero no le dio por practicar el deporte rey?

Nunca se me cruzó ser futbolista. En Argentina no todos queremos ser Maradona o Messi, muchos quieren vivir de algo que no esté vinculado con el fútbol. Ese no era mi destino.