No se deja ver a lo largo de la función, aunque sí se le escucha con nitidez durante toda la trama. Él no canta, pero sus manos acarician los teclados que forman parte de la orquesta de "Los Miserables". El grancanario Aday Rodríguez, segundo director musical del espectáculo desarrollado por la productora Stage Entertainment, comenzó estudiando violín, pero a los dos años sustituyó ese instrumento por el piano. Aprobó los grados elemental y medio en Las Palmas y completó su formación académica en Madrid. "Al principio iba de acompañante de músicos y no cobraba, pero fui acumulando experiencias", recuerda de sus primeros años en la capital.

Una participación en un musical que se estaba representando en la Gran Vía modificó su perspectiva sobre este género. "No es que no me gustaran los musicales, pero no había tenido contacto con ellos", explica en referencia a su primer coqueteo con una programación que comenzó a trabajar con mayor intensidad coincidiendo con su entrada -en el año 2007- en Stage Entertaiment. Y es que en seis años Aday Rodríguez acumuló vivencias en "Mamma Mía!", "Fiebre del sábado noche", "Chicago", "La bella y la bestia", "El Rey León" y "Los Miserables".

"Esta es la primera vez que vengo a Canarias con un musical", precisa un pianista que dirigirá a sus compañeros de orquesta durante una semana en Las Palmas. De momento, las sensaciones captadas en Santa Cruz de Tenerife son magníficas. "Las funciones están saliendo bastante bien, el público responde y las energías son positivas", agradece un isleño que se siente orgulloso de jugar en "casa".

"Sabía que esta era una de las plazas favorables porque los compañeros se sienten muy cómodos cada vez que vienen a las Islas... Los que han tenido la oportunidad de estar otros años tienen claro que el público de Canarias sabe de musicales y, por lo tanto, valora el trabajo que está bien hecho", explica el creador justo antes de desvelar un secreto a voces. "Volver a entrar en contacto con mis raíces me genera una sensación de felicidad y, a su vez, me está permitiendo recuperar un acento que todavía no he perdido del todo, pero que cada vez me quedaba más lejano".

Aday no dudó a la hora de hacer las maletas e irse a Madrid. "Tener que empezar de cero nunca es sencillo, pero cuando tienes ilusión por afrontar nuevos retos la cosa se hace más llevadera", relata un músico que antes de enrolarse en la tropa de "Los Miserables" vivió la experiencia de "El Rey León" desde el foso.

Aday, al que le tocó dirigir en distintas funciones a los músicos de "El Rey León" en el Lope de Vega de Madrid, abandonó el proyecto avalado por la firma Disney para asumir este importante rol en la adaptación musical de la obra de Victor Hugo atraído por una propuesta de gran calado artístico. "Los niveles de perfección de la nueva producción de Cameron Mackintosh son enormes; el libreto tiene un hilo conductor increíble y una de las cuestiones que mejor se reflejan en el musical son los comportamientos de los seres humanos en situaciones límites", declara Rodríguez sobre un guion que él, al igual que la gran mayoría de las piezas elegidas por Daniel Anglés, director residente en España de "Los Miserables", considera actual. "Algunas de las cuestiones que se tratan tienen una correspondencia con la sociedad en la que vivimos. Esa es una de las claves del éxito de este título", reitera el canario.

"Dirigir la música de un espectáculo con esta magnitud es una experiencia para toda la vida", destaca Aday Rodríguez antes de establecer una clara diferencia entre los dos últimos proyectos en los que ha trabajado. "El Rey León es fusión de sonidos y su lenguaje no es tan tradicional como el de Los Miserables... Este es un repertorio más clásico, casi una opereta, en el que la orquesta tiene muchísimo protagonismo", argumenta sobre una partitura que está más cerrada. "Una de las virtudes de este trabajo -el desarrollado por Mackintosh- es que el mensaje es muy directo y llega sin dificultades a los espectadores".

Respecto a sus planes de futuro, Aday Rodríguez confiesa que no le asustan los retos que tienen un gran calado. "No sé cuál será mi futuro dentro de unos años, pero no descarto nada porque en este mundo, al igual que en casi todas las profesiones, hay que arriesgar para vivir situaciones diferentes. Siempre hay retos superiores que desean, pero me siento cómodo en Los Miserables. Sobre todo ahora que tengo la posibilidad de estar en Canarias", avanza sobre un destino que, según él, quiere tentar en el extranjero. "Al igual que decidí abandonar Canarias para instalarme en Madrid, no descarto la opción de probar fortuna en el extranjero porque esa es una manera de continuar creciendo", añade un pianista que dentro de una semana estará en el teatro Pérez Galdós de Las Palmas -del 10 de enero al 2 de febrero- para cerrar una gira canaria que él califica como "muy deseada. Tenía ganas de volver a casa", concluye.