El pasado fin de semana volvió a El Hierro, su isla natal, para desconectar del trabajo y disfrutar de su familia tras grabar una colaboración en la serie "Águila Roja", donde interpreta a una inglesa. A primera vista casi nadie podría ubicar a esta joven de ojos cristalinos, melena rubia y piel blanca en la que fue la Isla del Meridiano, pero Aïda Ballmann (1985) es una herreña con genes alemanes.

Ballmann, ganadora del premio a la mejor actriz del año que conceden los internautas de FilmBizarro.com, puede conquistar el próximo 25 de enero el galardón de mejor actriz del cine andaluz 2014 por su papel protagonista en el largometraje "The Extraordinary Tale", ópera prima de José F. Ortuño y Laura Alvea que obtuvo el Premio Mejor Film Extranjero en el Atlanta Horror Film de Estados Unidos. Aïda Ballmann es la estrella de una historia que ella ha calificado como de "temática difícil".

Pero antes de seguir avanzando alrededor de sus proyectos profesionales conviene ubicar a Aïda Ballmann en el contexto canario. Mucho antes de que ella naciera, sus padres viajaron a Senegal con la intención de instalarse en el continente africano. Todo parecía ir bien hasta que su padre enfermó por beber agua contaminada y la familia -aún sin hijos- decidió regresar a Alemania.

Ya en Europa su padre experimentó una gran mejoría, pero los médicos le diagnosticaron que se había quedado estéril. La idea de volver a África fue la que trajo al matrimonio germano a Canarias. "Hicieron escala en las islas y se quedaron. Más tarde decidieron apostar por la tranquilidad que les transmitió El Hierro para fijar allí su residencia", cuenta la joven antes de revelar una doble sorpresa. Y es que viviendo en Frontera su madre recibió la buena noticia de que estaba embarazada. La felicidad se multiplicó por dos en el momento del parto. "Mi madre no quiso hacerse una ecografía y dio a luz en casa a dos niñas... Mi hermana pesó muy poquito y estuvo en un hospital de Tenerife varias semanas, pero todo salió bien".

Aïda creció hasta los 18 años en El Hierro, pero "la isla se me había quedado pequeña para mis planes", avanza sobre unos sueños artísticos que ella experimentó en torno al circo, la danza, la música o la pintura. "Mis padres fueron los que me transmitieron el interés por el arte, pero en la Isla tenía que ser autodidacta ya que no había muchas posibilidades de realizar cursos", explica sobre los motivos que la llevaron a fijar su residencia en Gijón.

En Asturias reactivó una faceta interpretativa -los tres primeros cursos los hizo en Gijón- que culminó en Sevilla, ciudad en la que completó sus estudios y en la que germinó la posibilidad de entrar en el reparto de "The Extraordinary Tale". "Me presenté al castin con una grabación y esperé una respuesta... Cuando me llamaron me dijeron que mi acento inglés era perfecto -la película se grabó en ese idioma-, pero que su proyecto tenía un presupuesto muy pequeñito y que no me podían pagar un pasaje para que viniera a rodar a España... Yo les respondí que no había problemas porque estaba viviendo un par de calles más allá del lugar en el que estaba la productora", revive sobre su ingreso en un filme con financiación privada que ya se ha promocionado en Atlanta, Londres, Los Ángeles y Toulouse.

Pero Aïda Ballmann no se conforma con un éxito que es pasajero. "Hay que saber ver dónde te puedes ir cuando sientes que no progresas", comenta una actriz que buscó aventuras en Sudamérica antes de decidir al cien por cien que se quería dedicar a la interpretación. "Aquello no salió bien, pero me volví a España y empecé de nuevo", confiesa sin pena.

Respecto al papel que interpreta en "The Extraordinary Tale", la canaria apunta que "no fue un personaje fácil... Es una mujer que vive en soledad y que escribe cartas sin esperar respuestas. Un día le responde el hombre con el que inicia una historia y se queda embarazada. Ella es la que al final tiene que cuidar al recién nacido porque él desaparece de la escena", abrevia una amante del cine que elogia una parte de la producción española. "Hay un cine que se hizo en España que no me gusta nada, pero existe otro que es fantástico", confiesa antes de abrir una curiosa comparativa. "Berlanga era el Woody Allen español... Me encanta su cine y las maneras que tenía de plantear las películas", elogia una artista que quiere conocer en vivo las interioridades del Festival de Berlín. "No iré a competir ni a mostrarme en una película; solo pretendo conocer mejor este mundo", revela una actriz que no le quita ojo a la escena local. "Quiero hacer cine en Canarias; aquí hay profesionales de primer nivel".