La repentina muerte de Philip Seymour Hoffman, con tan solo 46 años, sucedida ayer en Nueva York por una supuesta sobredosis, ha conmocionado al mundo del espectáculo, desde Hollywood a Broadway pasando por la televisión estadounidense.

Una de las primeras en reaccionar fue su compañera de reparto en "Los juegos del hambre", Jennifer Lawrence, quien decía en nombre de todo el equipo de la saga: "Las palabras no pueden hacer justicia a la pérdida devastadora que estamos sintiendo todos ahora mismo", aseguraba la actriz en un comunicado conjunto del equipo del filme, en el que Hoffman interpretaba a Plutarch Heavensbee.

Y una de las primeras que trabajó con él antes de hacerse conocido, Julianne Moore (en "Boogie Nights" y "El gran Lebowsky") aseguraba en su Twitter: "Me siento afortunada de haber conocido a y haber trabajado con el extraordinario Philip Seymour Hoffman y estoy profundamente triste por su muerte".

El protagonista de aquel filme de los Coen, Jeff Bridges, también quiso compartir su dolor con sus seguidores de Facebook. "Estoy tan impresionado y tan triste de saber que Philip Seymour Hoffman ha muerto. Disfruté con él actuando en ''El gran Lebowski''. Era un tipo extraordinario, tan malditamente talentoso, un auténtico tesoro. Mis pensamientos y oraciones están con la familia".

Kevin Spacey describía su muerte así: "Una tragedia perder a un actor supremamente talentoso como Philip Seymour Hoffman. Una pérdida indescriptible para el cine, el teatro y todos los que lo conocían".

Y Robert de Niro, con quien trabajó en "Nadie es perfecto", en la que interpretaba a una "drag queen", aseguraba sentirse "muy, muy triste". "Es una de esas ocasiones en las que dices: ''Estoy no debería haber pasado''".

Susan Sarandon recordó al ganador del Óscar por "Capote" como "un genio, valiente y dulce", y Jim Carrey como "un alma hermosa, hermosa". "Para el más sensible entre nosotros el ruido puede ser demasiado", añadía en su cuenta de Twitter el actor de "El show de Truman".

Kevin Costner también reconocía: "Quién sabe lo que hubiese sido capaz de hacer. Lo que queda ya es un legado que habla por sí mismo". Mientras, la familia pedía intimidad, y sus amigos más cercanos en la profesión, como Paul Thomas Anderson y Joaquin Phoenix, no han hecho declaraciones hasta el momento.

En el mundo de la televisión, Ricky Gervais lo llamaba "dulce, divertido y humilde", mientras que el polifacético Justin Timberlake se reconocía "devastado" y hablaba de él como un "actor alucinantemente dotado". Aimee Mann, que compuso la banda sonora de "Magnolia", uno de sus filmes más recordados, simplemente ponía un "hashtag" que decía "#triste".

El polémico documentalista Michael Moore también ponía solo una palabra ("Cristo"). Y quien le dirigiera en Broadway en su última gran interpretación sobre las tablas en "Muerte de un viajante", Mike Nichols, concluía: "No tengo palabras. Era demasiado grande y nosotros estamos demasiado destrozados".