Los profesores de la Universidad de La Laguna José Alberto Galván (antropólogo social), Juan Francisco Navarro (arqueólogo) y Miguel Ángel Clavijo (arqueólogo) son los autores del estudio introductorio del libro "Luis Diego Cuscoy. Estudios sobre pastoreo", cuarto título de una colección dedicada al fundador del Museo Arqueológico de Tenerife, que ha sido editado por el Instituto de Estudios Canarios.

¿Qué espacio ocuparon los estudios etnográficos en Cuscoy?

Si lo comparamos con los estudios arqueológicos desde luego que ocuparon un espacio secundario, pero si atendemos a su obra conjunta consideramos que son muy importantes. Hay que tener presente que, gracias a sus estudios sobre el pastoreo tradicional en Tenerife, hoy podemos documentar ese oficio en su etapa final y a través de la voz de sus protagonistas. (Miguel Ángel Clavijo. MAC).

¿Qué metodología siguió en sus trabajos sobre pastoreo?

Para él la arqueología y la etnografía eran dos herramientas de un mismo oficio, el de historiador. Al principio pretendía conocer a los guanches a través de lo que contaran los pastores de su época, pero descubrió en ellos un filón de tal envergadura que pasaron a ser el objeto mismo del estudio. Leyó mucho sobre pastoreo, indagó sobre qué cabreros quedaban en Tenerife y confeccionó un cuestionario para entrevistarlos. Acudía a donde vivía el pastor y allí describía el entorno, la vivienda, sus enseres, su familia, y luego los entrevistaba usando el cuestionario, recogiendo la conversación en una grabadora de bobina. (MAC)

¿Cuáles son las principales aportaciones y conclusiones de sus investigaciones en este campo?

Cuscoy hizo lo que nadie había hecho: recoger con método científico los muchísimos saberes de un colectivo muy singular, en el momento crítico de su inmediata desaparición. Pocos años más tarde esos testimonios ya no se hubieran podido grabar, porque los últimos cabreros tradicionales empezaron a desaparecer. También desmitificó al pastor, cuya imagen estaba distorsionada por el discurso romántico, y le devolvió su condición de ser humano, con sus grandezas y sus miserias. (Juan Francisco Navarro. JFN).

¿Cuánto material inédito incluye este libro y qué destacaría?

La gran mayoría del material es inédito, a excepción de dos artículos que hemos incluido porque son difíciles de consultar y porque están relacionados con el resto. Inéditos son su cuestionario, su trabajo sobre Zacarías Campos y la transcripción de sus múltiples entrevistas a pastores de Tenerife. (JFN)

¿Qué diferencias detectó entre los pastores del norte y los del sur?

El medio físico y el contexto social en el que desarrollaron su tarea fue determinante en su dinámica del pastoreo, también si eran o no propietarios del ganado. Cuscoy era un científico que daba mucha importancia al entorno ecológico para explicar comportamientos de la sociedad guanche, que era eminentemente pastoril, y también de los pastores tradicionales. Tenerife es una isla de muchos contrastes y es lógico que eso generase diferencias entre el pastoreo en Anaga y en el Sur. (JFN)

¿Cuál fue el papel de la mujer pastora en Tenerife?

Es un caso excepcional y de un gran interés. El pastorear ha sido una actividad esencialmente masculina en muchas partes, aunque las mujeres de esos pastores realizaban otras funciones importantes. Ocasionalmente hubo mujeres pastoreando en esas cumbres, como la pastora Consuelo Rivero y otras que existieron en Tenerife, pero fueron excepciones y a menudo obligadas por duras circunstancias. En las entrevistas intervienen varias mujeres de pastores con comentarios de extraordinario interés y Cuscoy quedó sorprendido con el caso de Consuelo, cuya biografía era digna de estudio. La historia de las mujeres en Tenerife está por escribir. (MAC)

¿Qué descubrió en el apartado de la brujería y la medicina popular?

Lo que hace es documentar un tipo de medicina popular que en aquellos años aún estaba vigente en algunos ámbitos, aunque en proceso de desaparición. Lo más interesante fueron sus descubrimientos sobre viejos procedimientos curativos para las enfermedades del ganado. En sus entrevistas se esforzó en obtener información sobre este asunto. (JFN)

¿Hasta qué punto tenía razón al afirmar que la cultura guanche pervivía en los pastores?

Después de la conquista se destruyó el orden social indígena y su modelo productivo. Hubo profundos cambios en los modos de vida y en el campo de las mentalidades, donde el cristianismo desplazó a la religión guanche. Pero en las prácticas pastoriles pervivieron las costumbres guanches y Luis Diego se esforzó en demostrar que en ese oficio se refugiaron restos de la cultura indígena. Está bien documentado que tras la conquista el cuidado del ganado menor siguió en manos de los guanches, aunque pocas veces su propiedad. Eso se perpetuó en sus descendientes a lo largo del tiempo. (MAC)

¿Por qué tenían tan mala reputación los pastores indígenas?

La tuvieron todos los pastores, guanches o no, después de la conquista. La cultura guanche tenía un importante componente pastoril y la conquista castellana trastocó eso. Primó la agricultura y con el paso de los años el ganado se fue quedando sin espacio. Muchos pastores guanches no se acomodaron a la nueva situación y algunos se alzaron. Mientras, los agricultores consideraban enemigos a los pastores porque el ganado entraba a veces en los campos de labor. Y en una sociedad muy conservadora y clasista el pastor siempre estuvo abajo en la escala social. El cuento del pastorcillo encantador y de vida bucólica no deja de ser un mito urbano muy reciente, porque a los pastores canarios les vienen haciendo la vida imposible desde el siglo XVI. (MAC)