"Vivir es fácil con los ojos cerrados", de David Trueba, fue la gran triunfadora de los premios Goya, con seis galardones, entre ellos mejor película, mejor director y mejor actor, Javier Cámara. En este último caso por primera vez tras seis nominaciones. La mejor interpretación femenina se la llevó Marian Álvarez, protagonista de "La herida".

La 28 edición de la gala del cine estuvo marcada por la anunciada ausencia del ministro de Cultura, José Ignacio Wert, que recibió pese a ello una multitud de críticas porque un año más la ceremonia sirvió a sus protagonistas para no dejar títere con cabeza.

Esas críticas llovieron contra el Gobierno con la misma intensidad con la que la lluvia recibió a los invitados en la calle antes de entrar en el Centro de Congresos Príncipe Felipe, donde por segundo año consecutivo se celebró el evento.

El presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho, en un discurso tan reivindicativo como emocionado, aseguró que nada ni nadie "va a poder acabar con los sueños" de las gentes del cine.

Un cine, el español, "comprometido, de excelencia y de gran belleza", hizo hincapié un emocionadísimo Javier Cámara para el que a la sexta fue la vencida.

Manel Fuentes, que se estrenaba como maestro de ceremonias, se puso el mundo "por Montoro" y después de tomarse una "relaxing cup", no precisó de qué, advirtió de que la XXVIII gala de los Premios Goya "es histórica". ¿Y por qué?, pues por ser "la primera sin un ministro de Cultura" sentado en el patio de butacas.

La mencionada película de Trueba, que partía con siete candidaturas -ganó todas menos la de diseño de vestuario-, se impuso a "15 años y un día", "Caníbal", "La gran familia española" y "La herida". La cinta también logró los Goya a mejor actriz revelación, para Natalia de Molina, mejor música (Pat Metheny) y mejor guion para el propio Trueba.

Sin embargo, la película con más galardones fue "Las brujas de Zugarramurdi", con ocho de los diez a los que estaba nominada, entre ellos el de mejor actriz secundaria, para Terele Pávez.

"La gran familia española" se tuvo que contentar con dos Goya, al igual que "La herida", mientras que "Caníbal" y "Stockholm" lograron uno cada una.

Entre los galardonados estuvo el lanzaroteño Paco Delgado por el diseño de vestuario de "Las brujas de Zugarramurdi". También aspiraba "Hiroku" a mejor película de animación, pero se lo llevó "Futbolín", de Juan José Campanella.