Asegura que lleva años esperando la cita que mañana ya ha cerrado con la Orquesta Sinfónica de Tenerife, pero que su complicada agenda siempre terminó derrotando una opción que, por fin, se hará realidad en la Sala Sinfónica del Auditorio de Tenerife en torno a una idea: la música de la edad de oro de Hollywood. Nick Davies, señalado por la crítica como uno de los referentes más sólidos del género, reconoce estar "impactado" por "la belleza del lugar en el que voy a actuar y un paisaje que me hace recordar mucho a Andalucía. Me compré una casa allí hace algunos años, pero la verdad es que no voy demasiado y por eso mi español no es muy bueno. ¡Lo siento!", dijo un maestro que habitualmente se coloca al frente de la Royal Philharmonic Orquesta.

Davies será el invitado de honor del quinto concierto de abono de la Orquesta Sinfónica de Tenerife. "Aunque lo llamen POP''S, aquí de pop hay poca cosa", puntualiza un director que aterrizó muy joven en el mundo de los musicales. "Me siento un afortunado por todas las experiencias que he vivido en este género. La formación clásica está dentro de mí, pero hay sensaciones que son realmente fantásticas que tienen que ver con la posibilidad de reunir en un solo proyecto la dirección de una orquesta, un público atraído por un programa y a unos actores actuando y cantando en un escenario... Eso es un gran lujo", desvela un profesional que, entre otros grandes proyectos, ha tenido una participación estelar en musicales como "El Fantasma de la Ópera", "My Fair Lady", "Los Miserables" o "Mary Poopins", la superproducción sellada entre Disney & Cameron Mackintosh.

"Esta es una ocasión maravillosa para acercar al público a la música clásica... Si hoy estuvieran vivos Beethoven o Mozart lo más probable es que se hubieran dedicados a escribir bandas sonoras", reconoce un creador que ha diseñado para el espectáculo de mañana un programa en el que habrá partituras de Wolfgand Korngold, Max Steiner, Elmer Bernstein, Leonard Bernstein, Ennio Morricone, John Barry o Bernard Herrmann.

Nick Davies confiesa sentirse un "privilegiado" por poder transitar en varios mundos. "Hay directores a los que no les apetece mezclar lo clásico y lo contemporáneo. A mí, en cambio, me parece un lujo poder moverme en esos registros", añade un director que ya ha trabajado con la Gotenburg Symphony Orchestra, The Halle, Royal Scottish National Orchestra, Royal Liverpool Philharmonic Orchestra o la City of London Sinfonia. "Yo adoro a la música clásica, pero también he tenido la posibilidad de trabajar en Oslo con motivo de los Nobel y allí, por ejemplo, se organizan grandes conciertos en los que se combinan tradición y modernidad, es decir, que lo mismo puede tocar la mejor orquesta del mundo que se buscan variantes artísticas con la voz de Annie Lennox... Lo que trato de explicar es que me gusta moverme en este cruce de mundos en el que hay una fusión de estilos y, por supuesto, en el que siempre está la música clásica".

Nick Davies cree que dirigir con metrónomo, que es un aparato que se usa en el mundo del cine para medir los tiempos de cada composición, es una experiencia muy positiva. "Hay directores clásicos que nunca han sentido esa vivencia y esto supone un reto muy complicado desde el punto de vista técnico", advierte un director que se muestra atraído por la "generosidad de los músicos de la OST a la hora de afrontar un repertorio como este. Interpretar a Leonard Bernstein no es fácil, sino que implica un gran sacrificio por parte de los miembros de una orquesta que ya se ha acostumbrado a defender este tipo de repertorios gracias a las experiencias que vivió en Fimucité", comenta en presencia de Cristóbal de la Rosa, consejero insular de Cultura y Patrimonio Histórico, y Ana Molowny Martinón, adscrita al área de Relaciones Externas del Festival Internacional de Música de Cine de Tenerife.

Sobre los cambios que se están dando en la música de cine, Nick Davies afirma que "las nuevas tecnologías son importantes y tienen que estar en las bandas sonoras, pero eso es algo complementario a la formación clásica... La música de cine de hoy tiene más medios, pero hay que mirar atrás", avanza antes de poner sobre la mesa el nombre de Bernard Herrmann. "Lo que consigue con solo unos cuantos acordes es sublime... Ahí está la emoción, la intriga, el miedo", enumera justo antes de añadir que "no por el hecho de llamar pop a una composición significa que esta no se haya trabajado desde una perspectiva clásica".

"Los músicos de hoy continúan teniendo a su disposición una gran paleta de colores... Eso es algo que ya tenían Jerone Moross, Maurice Jarre o Ernest Gold. Al final todo se reduce a encontrar un equilibrio entre lo tráfico y lo que buscan los nuevos públicos a través de la música de cine", matiza un director de orquesta se confiesa sentirse abrumado por "la grandiosidad del Auditorio de Tenerife, que seguro que no soy el primero que dice que recuerda a la Ópera de Sídney, y el alto nivel de la OST", concluye Nick Davies.