Alejadas del estereotipo de las películas y rozando la ciencia ficción. Así se pueden resumir las experiencias presentadas en el primer congreso de seguridad digital en Canarias celebrado en la sede de Cajasiete.

Durante dos días, una veintena de ponentes presentaron sus conocimientos y experiencia en seguridad informática desde los puntos de vista que ofrecen organismos oficiales, cuerpos de seguridad del Estado, fiscalía, expertos en seguridad e incluso cómo afecta jurídicamente sufrir un ciberataque. Igor Lukic, Cecilio Sanz y Deepak Daswani fueron los organizadores del foro. Daswani, también responsable de Contenidos e Investigación en Ciberseguridad en Inteco, destacó que las jornadas en Canarias han acercado a los mejores ponentes a Tenerife para que trasladen sus conocimientos a los profesionales del Archipiélago y puedan con sus preguntas resolver sus dudas sin tener que esperar a otros foros que se celebran en Madrid o Barcelona. "Hay mucho interés en la seguridad informática. Hace años, cuando empecé, era más difícil formarse. Ahora hay más cursos y formas de iniciarse de forma más o menos reglada. En Canarias detecto que hay cantera que puede dar mucho que hablar dentro de pocos años", destacó. Respecto a la repercusión de esta primera edición del congreso regional en el Archipiélago lo valora positivamente. "En la Península, organizadores de otros congresos nos dijeron que si conseguíamos 50 asistentes sería un éxito y lo cierto es que prácticamente hemos completado el aforo del salón de actos con doscientas personas. Algunas de ellas han venido desde la Península al congreso. Un gran logro. Hasta hoy sábado, tras el viernes de Carnaval, sigue lleno aunque los asistentes han llegado un poco más tarde", recalcó.

El humor fue el único virus que contagió a los asistentes e hizo que las dos jornadas del foro se hiciesen cortas. Durante la primera jornada se explicaron los avances técnicos del código malicioso que infecta tanto a ordenadores como a dispositivos móviles. Varias ponencias mostraron una realidad que es oculta para la mayoría: el hacking es un fenómeno que afecta a todo y todos. Los novedosos drones, cada vez más populares para grabar imágenes o incluso para comercios como Amazon, que quiere utilizarlos, tampoco se escapan de los hackers. Se realizó una demostración en directo.

El análisis forense también estuvo presente. Se mostró cómo recuperar contenido de la memoria del ordenador aunque se apague porque el frío ralentiza el borrado de los datos volátiles. Esto permite a las fuerzas de seguridad del Estado obtener pruebas en una actuación contra ciberdelincuentes. Una empresa española presentó cómo actúa en casos mediáticos como los niños de Córdoba, o resolviendo problemas que van desde analizar los ordenadores de unos cazas de combate para descubrir por qué eran detectables, hasta cómo evitar una fuga de datos que afectó a una empresa con más de 6.000 ordenadores.

Premio por encontrar el "conejo blanco"

Sergio Medina (a la izquierda en la imagen), estudiante de cuarto curso de Ingeniería Informática en la Universidad de La Laguna, participó y ganó el sábado un reto que se planteó durante las jornadas. Emulando la película de Matrix en la que se pedía a Neo seguir al conejo blanco, los organizadores del foro celebraron un concurso en el que se invitó a los asistentes encontrar el conejo blanco y ganar un premio.

Una tableta Android de última generación era la recompensa para el primer asistente que superase el desafío. "Anoche estaba de fiesta y a ratitos realizaba las pruebas", indicó Medina, que aplicando conocimientos e intuición consiguió superar las etapas, hasta diez, del reto planteado. En esta ocasión, como en otras historias de viajes, es en el camino y no en llegar al destino donde se encuentra realmente el premio.

La visión que ofrece la ficción suele estar alejada de cómo se ataca la seguridad informática. "Se muestra de forma estética el hacking en las películas y resuelven los problemas muy rápidamente. Realmente para resolver las dificultades se tarda más tiempo y realmente es una rompedera de cabeza. Hay que dedicarle mucho tiempo y no es tan bonito: ventanas con texto en negro y fondo blanco", destacó.