La función primordial de la Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel (RACBA) en el siglo XXI es la de velar por la conservación del patrimonio para legarlo a las generaciones venideras. Ejemplo de ello es la actual sede de la Academia, sita en la plaza Ireneo González, nº 1, edificio neoclásico obra de Manuel de Oraá, que data de 1893. Recientemente, la dilatada trayectoria de la RACBA ha sido reconocida con la Medalla de Oro de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife.

Su presidenta, Rosario Álvarez se convirtió en 2009 en la primera mujer en ostentar la presidencia de la RACBA. Reelegida en 2013, estará al frente de la centenaria institución hasta el 2017. "Este cargo da muchas alegrías y satisfacciones, pero también requiere mucho trabajo y muchos quebraderos de cabeza por la escasez de presupuesto para poder desarrollar nuestra labor", comenta.

Los académicos deben de cumplir el requisito de ser personas de reconocido prestigio en su campo, ya que la Academia es un organismo que alberga la élite del arte. Hasta fechas recientes existían cuatro secciones: arquitectura, escultura, pintura y música (en cada una de ellas hay un máximo de ocho académicos), pero la señera institución se adapta a los nuevos tiempos y en sus nuevos estatutos contempla la creación de una nueva área: la de cine, fotografía y creación digital. En este año se incorporará el primero de sus miembros: Efraín Pintos. Recientemente, ha sido propuesto como nuevo numerario Jorge Gorostiza.

Sobre la financiación de la RACBA su presidenta aclara que se nutre de ayudas del Cabildo de Tenerife. "Ha sido la institución que siempre nos ha apoyado", especifica. "No obstante -agrega-, las aportaciones han ido disminuyendo hasta el 50% (de 10.000 a 5.000 € anuales)". Rosario Álvarez puntualiza que "el Gobierno de Canarias ha vuelto en 2014 a aportar financiación después de dos años sin hacerlo. También ha aportado dinero la Fundación CajaCanarias. Hemos tenido ayudas puntuales del Parlamento de Canarias o del Ayuntamiento de La Orotava para proyectos específicos".

"Pero, ¿quién paga a la secretaria?, ¿quién paga a quién cataloga la biblioteca?, ¿quién paga los seguros? Cubrir los gastos corrientes de funcionamiento es una angustia que tenemos todos los años", relata la primera mujer que obtuvo la cátedra universitaria de musicología en España. "Se necesitan muchas manos", recalca.

A pesar de los magros recursos económicos con los que cuenta la Academia, en la institución se desarrollan durante todo el año una serie de actividades culturales como ingresos de académicos con sus correspondientes discursos, conciertos, presentaciones de libros de arte, conferencias, entregas de premios o cursos específicos. "Estos cursos amplían el campo de conocimiento de los que se imparten en las universidades, centrados en arquitectura, pintura y escultura", puntualiza la presidenta.

La temática de los cursos cubre un vasto abanico: desde la historia de los jardines a la ópera del siglo XX, pasando por la historia del traje. Este último curso, llevado a cabo en colaboración con Tenerife Moda, rompe con la imagen que tiene una parte de la sociedad de que la RACBA está dirigida exclusivamente a una élite cultural.

"La Academia está abierta a todo el mundo que quiera ampliar sus conocimientos, aquí no se ponen cortapisas a nadie, pero, evidentemente hay que tener un nivel. Los cursos son de alta especialización. No obstante, han venido personas mayores sin estudios universitarios pero con una gran curiosidad e interés". Queda constancia de que sus cursos están dirigidos a un público ávido de conocimientos. Así como que su matrícula es asequible para todos los bolsillos (20 € por curso).

Cada año la Academia entrega los premios Magister y Excellens. El primero se otorga a un artista canario de prestigio (de más 75 años) por su reconocida labor desarrollada a lo largo de toda una vida dedicada a la creación artística. El segundo se entrega a un creador canario emergente pero ya consolidado (entre 35-40 años). Los pintores Emilio Machado y Juan Pedro Ayala se hicieron acreedores a los galardones otorgados en 2013.

Cuando a Rosario Álvarez se le pregunta ¿para qué sirve el arte? responde con pasión: "El arte es expresión de la vida de nuestro tiempo a través de la mirada de un artista. El arte nos interroga. Te tiene que interpelar, no te debe dejar pasivo, de lo contrario sería la muerte del arte". "Le diría al público en general que perdiera el miedo al arte contemporáneo. Por ejemplo, la música no se creó para los expertos sino para el común de los mortales. Invito a la gente a que venga a la Academia y opine por sí misma", apostilla. El lector puede informarse de las próximas actividades culturales de la corporación académica en la web www.racba.es.

Uno de los aspectos que concita la atención sobre la Academia es que alberga cerca de 200 obras, entre pinturas, esculturas o grabados, de gran valor artístico.

Su origen procede de diversos legados artísticos (Jesús Hernández Perera y María Josefa Cordero), así como de donaciones de los académicos que han ido ingresando en la venerable institución. El arte de los siglos XIX, XX y XXI se dan la mano en las paredes de la Academia. Así, podemos pasar de contemplar una pieza de 1834 (una miniatura de Luis de La Cruz) a una moderna escultura titulada "San Miguel Arcángel versus Apolo Dionisos", elaborada con malla de acero, de Manuel González Muñoz.

Ante el crecimiento exponencial de las obras en el primer cuatrienio presidencial de Rosario Álvarez se han habilitado dos salas aledañas para conservar este valioso patrimonio artístico. En la primera se pueden contemplar facsímiles medievales, veinticuatro instrumentos musicales en perfecto estado para su empleo en conciertos de música antigua, así como pinturas de Gumersindo Robayna, Pedro de Guezala o una serie de grabados firmadas por Pepe Dámaso. En la segunda, el espectador podrá ver obras contemporáneas, en las que figuran nombres tan significativos como los de Maribel Nazco, Pedro González, María Belén Morales, Pepe Abad, Maud Bonneaud o Ildefonso Aguilar.

"Estoy muy orgullosa de la colección que tenemos. Si viene algún visitante foráneo podrá ver una representativa colección del arte canario desde finales de la centuria del XIX hasta la actualidad", comenta con satisfacción Rosario Álvarez. Obras de César Manrique, Juan Ismael, Manolo Millares, Borges Salas, Felo Monzón, Enrique Lite, Cristino de Vera o Gonzalo González así lo atestiguan.

Con motivo del centenario del restablecimiento de la Academia por Alfonso XIII, la institución ha abierto sus puertas a los ciudadanos y organiza todos los viernes visitas guiadas para escolares. Las visitas están programadas para que grupos de 30 alumnos, divididos en dos horarios (10:00 y 11:30), descubran durante 90 minutos este templo del saber.