Manolo Medina, un hombre de cuarenta y tantos años, y Javier Vallespín, de treinta y tantos, comparten un piso en una comunidad de vecinos de cualquier ciudad española. Este es el argumento central del montaje "Dos hombres solos, sin punto com... ni ná" que Teatro Sí Jerez escenificará hoy, a partir de las 21:00 horas, en el auditorio Infanta Leonor de Los Cristianos, y mañana, a la misma hora, en el teatro Leal de La Laguna.

Esta comedia, que se estrenó en 2001 y ha alcanzado por el momento más de mil doscientas representaciones, es una explosión continua de humor, con acento andaluz, que azota al espectador durante dos horas y media, un ejercicio que no se puede "aguantá".

La pieza retrata la vida de dos hombres heterosexuales y solteros que viven bajo el mismo techo. "Imagínate un vecino que ve a un tío con un delantal lleno de lunares y con un abanico a juego, al que no le gustan los hombres y vive con un muchacho. Piensa que estamos liados y no es así, somos heterosexuales. La obra es como si le pegas un corte a la pared y ves cómo viven esos tíos. Ni hablamos de arquetipos, ni de bisexualidad. Dos hombres solos sin punto com... es mucho humor y poca vergüenza", comentó Medina.

Manolo, gordito y bastante amanerado, hace el papel de un ama de casa y se encarga de las tareas domésticas, mientras Javier, un joven apuesto, con traje y corbata, se encarga de traer las perras al hogar. "Aunque reina la armonía entre ellos, a diario se oyen voces desenfadadas por el patio de luces que provienen de su vivienda, además de conversaciones telefónicas a viva voz".

El proceso vital de esta comedia comenzó cuando Medina se aventuró a escenificar esta pieza teatral, que tenía una duración inicial de treinta minutos y ahora alcanza las dos horas y media, en Jerez de la Frontera y después en Málaga. Tras unos inicios intrincados, actuando en bares, pubs y casas de cultura, la obra se ha consolidado en el éxito, motivo por el que ha recorrido toda España y llega, por primera vez, a Canarias.

"El público ha ido poniendo la obra donde está de la manera más inesperada del mundo, llenando teatros con giras completas. Esto se da hace cinco años, curiosamente coincide con el inicio de la crisis. Nosotros la crisis no la hemos visto ni de lejos, porque la gente lo que tiene es ganas de reír", explicó Medina, un orondo personaje que exhala humor a raudales cada vez que habla, al igual que su nuevo compañero de fatigas escénicas, Javier Vallespín.

Este artista reconoció que el espectáculo tiene vida propia, motivo por el que ha evolucionado con el paso de los años. "Van pasando anécdotas a lo largo de los viajes que hacemos y las vamos metiendo en la obra. Además, con la incorporación de Javier, que es monologuista, la obra es más cómica que antes".

En "Dos hombres solos, sin punto com... ni ná" no se habla de la crisis. "Si la gente paga un dinero para reírse por lo que está viendo fuera, Bárcenas, Urdangarín, por qué le vamos a recordar eso durante la obra", se preguntó Vallespín.

Los dos actores coinciden en calificar la obra como "políticamente incorrecta porque la gente está muy cansada de lo políticamente correcto. En ese sentido, con el humor entramos a matar". También aclararon que la improvisación juega un papel fundamental en este montaje, de forma que una sesión no tiene nada que ver con la otra.

Javier Vallespín aseguró que en el escenario "nos han dado ataques de risa. Ver al público, 500 o 600 personas, que creas un clímax en ese momento de carcajada incontrolada, de que no puedes parar de reír, que parecía que la gente se iba a ahogar, pues teníamos que irnos, porque al ser tan políticamente incorrectos decíamos barbaridades".

Medina refutó esta afirmación y señaló que "la gente se lo pasa muy bien. Recuerdo que en una ocasión una señora se meó literalmente de risa en el teatro, y otra se puso a parir. Es muy importante el papel del público, al que hacemos partícipe de la obra, porque en este montaje mi casa está llena de gente y ven cómo vivimos".