Una quincena de bailarines de danza moderna y contemporánea y numerosos componentes de grupos folclóricos celebraron ayer un peculiar Día Internacional de la Danza en el parque García Sanabria de Santa Cruz de Tenerife, donde compartieron su amor a este arte de la diosa Hathor en medio de una escenografía repleta de flores expuestas con motivo de las Fiestas de Mayo.

Miembros de la asociación Sendero de Orijama calentaron motores desde las siete de la tarde, junto a la rotonda de la fuente principal del pulmón santacrucero, donde impartieron algunas nociones sobre la popular danza colectiva tajaraste, que una hora después fue interpretada por numerosas personas que se congregaron en torno a este encuentro.

A las siete de la tarde también, una quincena de bailarines (as) se aventuró a desarrollar las "Rutas bailadas", una original experiencia en la que cada participante diseñó una escenografía que interpretó ante una escultura elegida por él mismo, acorde con la idea que le transmitió esta obra de arte, perteneciente a la I Exposición Internacional de Esculturas en la Calle que se celebró en la capital hace ya cuarenta años.

Como aseguró Roberto Torres, que bailó junto a Andrea García ante la pieza "Laberinto. Homenaje a Borges", de Gustavo Torner, su propuesta intentó encarnar a las personas perdidas en su propio laberinto interno. Antes de su actuación, y de la de los demás participantes, la arquitecta y bailarina María Toledo ofreció datos sobre cada una de las esculturas.

"Cada uno hace su interpretación libre de lo que le ha sugerido la escultura, y a partir de ahí intenta profundizar en la obra del autor de esa idea. La escultura es la potencia del movimiento plasmado en la forma, pero va por dentro. La danza es como liberar ese movimiento contenido".

Esta filosofía también marcó la intervención ante la "Carmen dormida", de Antonio López, de las alumnas de danza contemporánea Maite Pérez, Judit Mendoza, María Armas, Patricia Napolitano y Emma Servando, con la colaboración de la profesora Laura Marrero, que inauguraron la ruta.

La siguiente parada fue, tras la de Torner, la pieza "Homenaje a Millares", de Claude Viseux, donde actuó Teresa Lorenzo. Otros dos bailarines de la compañía María Mora lo hicieron delante de la escultura "Sin título" de Josep Guinovart. La visita artística continuó por "Homenaje a las islas Canarias", de Pablo Serrano, donde actuó Carmen Macías. Por último, Daniel Morales interpretó su visión del "Homenaje a Gaudí", de Eduardo Paolozzi, y Laura Marrero y Paloma Hurtado hicieron la suya de "Introversión", obra debida a Josep Subirachs.