El fotógrafo tinerfeño Tarek Ode es el director y comisario del proyecto "Sáhara", además del encargado durante los últimos cinco años de recomponer, restaurar, recrear y, por último, seleccionar las imágenes que se ofrecen en la exposición del legado que dejó Tomás Azcárate Ristori.

Se trata de un trabajo de recopilación que permite entrever a una persona que estuvo muy adelantada a su tiempo, que hacía unas fotografías con gran carga poética y que incluso la llegó a plasmar en los textos que escribía al reverso de sus imágenes.

La exposición se desarrolla, hasta el próximo 9 de mayo, en el Centro de Historia y Cultura Militar de Canarias, ubicado en el Museo de Almeyda.

¿Quién fue Tomás Azcárate?

Tomás Azcárate fue un militar que pasó largos años en el Sáhara, en Ifni y durante el tiempo que estuvo allí se dedicó, a nivel personal, a hacer fotografías y a rescatar con sus propios textos lo que veía. También era un gran escritor de la cultura, la historia y la idiosincrasia de las tribus durante el momento histórico que el vivió allí.

Unas acciones que representan lo contrario de lo que podríamos esperar de una persona en ese lugar y con su trabajo. Él se preocupó por los conocimientos de las tribus, los niños esclavos, conocer los pozos... toda la cultura del Sáhara.

¿Durante cuánto tiempo estuvo destinado en el Sáhara?

El estuvo entre los años 1927 al 1945. Alrededor de veinte años, en los que desempeñó no sólo su trabajo como teniente, sino también una labor como fotógrafo.

Si no era fotógrafo profesional, ¿por qué motivo residió allí durante tantos años?

El fue teniente provisional de la legión y dirigió las Mías Nómadas, que eran las compañías militares que se movían en camello en el Sáhara. Su función era encargarse de pacificar las tribus que se encontraban a cientos de kilómetros, haciendo rutas montados en sus camellos. Durante ese tiempo fue cuando realizó estas fotografías.

¿Qué cree que le motivó a él para capturar estas imágenes?

El realizó estas fotos a nivel personal, porque era una persona muy curiosa, y eso fue lo que nos dejó en este legado. Cada imagen quedó guardada en un álbum que dio posteriormente a su familia. En el reverso de las fotos ponía las localizaciones. Más que un álbum Azcárate, hizo un diario de su época allí donde estuvo. Todo su material fue recuperado y tratado gracias a la generosidad de su familia.

¿Su trabajo como teniente y fotógrafo qué aportó a la sociedad saharaui?

Sirvió de intermediario para reconciliar a diferentes tribus, sus problemas y sus luchas. Fue una persona que hizo una labor muy importante a nivel gráfico y social.

¿Cómo llegó usted a conocer este material tan antiguo?

Yo llego a estas fotos porque durante mucho tiempo he tenido buena relación de amistad con la familia del autor, y un día me enseñaron el álbum de su abuelo y yo me quedé impresionado. Obviamente, siendo fotógrafo profesional, quise que esto saliera a la luz y me dediqué a restaurar las fotos y esta exposición ha sido el resultado.

¿Se incluye en esta exposición todo el material de Tomás Azcárate?

Esta exposición es una selección de todo el material. Lo seleccionado no es ni mejor ni peor, son las que se integraban perfectamente en este espacio. Las fotos podrían ser en total 2.000, y se rescataron 500 de las cuales alrededor de 30 han sido las que he elegido.

¿Qué tienen de especial estas fotografías?, ¿qué temática siguen?

Es el primer trabajo serio que se ha hecho de recuperación de la memoria visual del Sáhara, y que se ha puesto a nivel expositivo con un gran libro, porque la intención era que esto perdurara en el tiempo. En el libro que se ha publicado están todas las fotografías recuperadas con los textos que él acompañaba, donde exponía sus apreciaciones poéticas de lo que veía, sentía y vivía en el momento político y conflictivo en el que se contextualiza esta etapa. Las imágenes no solo son paisajes sino también sobre las personas que viven en las tribus. Unas imágenes que enamoran a simple vista.