El escritor irlandés John Banville, galardonado ayer con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2014, confesó sentirse "muy emocionado" por ser reconocido en el país de Miguel de Cervantes, el padre "de la novela de ficción moderna". "España es un gran país con una extraordinaria historia y cultura. Es un honor", declaró a el autor, quien se refirió a Cervantes como el "primer gran novelista" de la era moderna.

"Creo -prosiguió Banville- que la novela comenzó con Cervantes. Ciertamente fue el primer gran novelista de la era moderna. Por eso estoy encantado de lograr un premio aquí, en un país con una historia cultural extraordinaria".

La candidatura de Banville (Wexford, Irlanda 1945), propuesta por el vicedirector de la Real Academia Española, José Antonio Pascual Rodríguez, y por el embajador de España en Irlanda, Javier Garrigues, se impuso en las últimas rondas de votaciones a las del japonés Haruki Murakami y el inglés Ian McEwan.

En este sentido, el autor irlandés destacó el "gran esfuerzo" efectuado por el diplomático español para "intentar" que él "ganase este premio", uno de los "más importantes a nivel internacional". "Me invitó una noche a cenar con él y su encantadora mujer en Dublín y me cayó muy bien. No es habitual conocer a diplomáticos que entienden tanto de literatura como él", dijo el autor de "El mar", novela que le dio el Man Booker Prize 2005, el galardón literario más codiciado del Reino Unido. Esa es una de las cosas que "amo" de España, bromeó Banville respecto al hecho de que "muchos asuntos importantes" parece que se abordan en la mesa, con buenos manjares.

"Me encanta estar en ese país. La primera vez que viajé a España fue en 1963 ó 1964, cuando era un país muy diferente al de ahora. Era un país oscuro y pobre desde el punto de vista espiritual y económico, motivos por los que me sentía como en casa, me recordaba mucho a Irlanda". Las cosas, dijo, han cambiado mucho para ambos países. Los dos "han sobrevivido a sus crisis" y, al fin y al cabo, "es solo dinero", apostilló.

Banville opinó que el Premio Príncipe de Asturias tiene, seguramente, mucha más repercusión en España que en Irlanda, pero se declaró "maravillado" por el hecho de que su trabajo "haya tenido tanto impacto" en un país donde su obra se lee mayoritariamente en castellano.

"Es bastante difícil traducir mi estilo, pero me dicen que lo han hecho muy bien, que soy muy afortunado porque los traductores trabajan muy, muy duro para tratar de comunicar algo que he dicho", celebró el escritor, quien espera concluir una nueva novela a lo largo de este año.