No es nada fácil que un grupo de música tenga una trayectoria tan larga como la de la Orquesta Tejina, que lleva en los escenarios 50 años de forma ininterrumpida y con un progresivo cambio de componentes, primero con el nombre de "Los 5 de Tejina" y desde hace tres lustros con la actual denominación.

A finales del presente 2014 tendrá lugar el cumpleaños de un colectivo, que, como todos los de sus características, afronta su trayectoria con dificultades: bajada del caché, menos actuaciones, aumento de la presión fiscal y, por si fuera poco, la elevada competencia de los grupos pequeños, que animan bailes con música grabada o secuencias.

Pero el líder de la orquesta Tejina, Cipriano Hernández Molina, habla con ilusión de la labor de su formación. Su intención es poder celebrar la efeméride en cuatro puntos diferentes de Tenerife (el Norte, el Sur, el Este y el Oeste). Y que, en cada uno de esos bailes, participen artistas invitados y sean actos gratuitos para los asistentes. Pero afrontar un proyecto de esa envergadura no es fácil en estos tiempos, por lo que, entre otras cosas, el colectivo buscará ayudas de las instituciones.

Cipriano tiene claro que, por lo menos, habrá una verbena especial en el pueblo lagunero donde nació y se mantiene la orquesta. No en vano, todavía cinco de los integrantes residen en Tejina.

Hernández Molina recuerda que en 1964 el grupo estaba formado, como su nombre indicaba, por cinco componentes. Y así continuó durante más de dos décadas. Después, creció a seis y a nueve componentes, con el paso del tiempo. Finalmente, en 1999, se pasó a la configuración que tiene en estos momentos, unos 12 músicos en total.

Una jornada especial en la historia de este colectivo tuvo lugar a finales de la pasada década, cuando ganó el primer Concurso de orquestas de metales de Tenerife, que se desarrolló en el pueblo costero de La Caleta, en Adeje, y fue promovido por el entonces concejal de fiestas, Hermógenes Vera.

Ese festival supuso un antes y un después de la formación en el Sur de Tenerife, pues el número de sus actuaciones ha aumentado de forma significativa en la comarca. Cipriano Hernández recuerda esa noche y explica: "Jugamos un buen partido y ganamos".

Uno de los músicos que participaron en ese logro fue el excepcional trompetista y saxofonista tinerfeño Jairo González. Actualmente, González, que también colabora con Los Sabandeños o Jóvenes Cantadores, no forma parte de la orquesta porque completa su formación académica musical en Barcelona y, esporádicamente, toca con su banda de jazz, que le ha valido el reconocimiento del prestigioso saxofonista Kike Perdomo.

Para el portavoz de la Tejina, Jairo es el mejor ejemplo de una serie de músicos con gran talento que poseen formación de conservatorio y que tienen en las orquestas de baile una salida profesional más para ganar dinero. Cipriano comenta que su banda tiene a una jovencísima pianista, Nisamar, de casi 20 años, que igualmente toca muy bien la trompeta o el bajo.

Después de 30 años en la Tejina, Cipriano es un firme defensor de la música en vivo. Aclara que, para su orquesta y la mayoría de las formaciones de más de 10 músicos, los bailes y verbenas son un complemento económico, un "hobby" y una diversión, pero del que no se puede vivir. Y reconoce abiertamente que la competencia ejercida por los grupos que tocan con música grabada es "brutal", pues cobran menos de la mitad o la cuarta parte, sin necesidad de ensayos, montajes técnicos en el escenario y complicaciones de ningún tipo.