A sus 56 años, la cantante británica Kate Bush pondrá fin esta semana a más de tres décadas de aislamiento con el inicio de una serie de 22 conciertos en el teatro londinense Hammersmith Apollo.

Convertida en artista de culto, la ecléctica cantante, con formación en mimo y un registro vocal varias octavas por encima de la media, ofrecerá a su legión de fans una selección de los temas que la hicieron popular en las décadas de los 70 y 80, a pesar de los ocasionales embates de la crítica.

Desde el martes 26 hasta el 1 de octubre, Bush ofrecerá regularmente sobre el escenario del teatro al oeste de Londres el espectáculo "Before de Dawn" ("Antes del amanecer").

Su primera y única gira hasta ahora fue en 1979, tras la publicación de sus dos primeros discos, "The Kick Inside" y "Lionheart", plagados de letras fantásticas e influenciados por la literatura juvenil, el esoterismo y el misticismo.

Fue David Gilmour, el cantante de Pink Floyd, quien detectó el especial talento que a los 16 años ya demostraba la joven Bush, que dedicó tres años a perfeccionar sus técnicas teatrales antes de decidirse a grabar su primer trabajo de estudio.

Gracias a la intermediación de Gilmour, la discográfica EMI le otorgó libertad creativa para grabar y publicar en 1978 el sencillo "Wuthering Heights", un tema inspirado en la historia de amor de "Cumbres borrascosas" que, ante la sorpresa de los directivos de la casa de discos, alcanzó el número uno en las listas.

El éxito le dio pista libre para insistir en el terror gótico y la sexualidad como temas principales de su segundo trabajo, con el que cosechó los primeros ataques de la crítica.

Su voz ganó matices más oscuros con los años y el piano clásico que acompañaba sus temas en los primeros tiempos fue sustituido por sintetizadores electrónicos y cajas de ritmos más acordes con el sonido de la época.

Las listas de éxitos acogieron con benevolencia "Never Forever", el resultado de ese cambio de estilo que cristalizó en 1980, pero volvieron a rechazar sus esfuerzos dos años después, cuando el desconcertante "The Dreaming", repleto de temas experimentales, volvió a ser calificado de excéntrico y excesivo.

El aislamiento de Bush comenzó tras esas dificultades. Instaló un estudio de grabación en su casa y dedicó varios años a componer discos que le aseguraron una legión de aficionados incondicionales, pero que solo encontraron en ocasiones el reconocimiento general.

A principios de la década de los 90, la británica desapareció por completo de la vida pública.

Dejó de grabar discos, ofrecer entrevistas y participar en eventos sociales hasta que en 2005 sorprendió al panorama musical británico con un nuevo trabajo, "Aerial", producido por ella misma, con el que alcanzó el tercer puesto en la lista de ventas del Reino Unido.

Después de 35 años sin subirse a un escenario, Kate Bush ha decidido que ahora, antes de "envejecer", es el momento de reaparecer ante su público.

La cantante, que en 2013 fue distinguida por la reina Isabel II como Comandante de la Orden del Imperio Británico (CBE) por su contribución a la música, tuvo que ampliar las 15 fechas iniciales que había previsto para su gira en el Apollo, que se agotaron poco después de ponerse a la venta.

La autora de éxitos como "The Man With The Child In His Eyes" y "Babooshka", celosa de su imagen, ha pedido a los espectadores que se abstengan de filmar o sacar fotografías durante sus conciertos para preservar el ambiente "íntimo" del teatro, un recinto con solo 3.632 asientos.

"Hemos escogido a propósito un teatro íntimo en lugar de un gran estadio. Significaría muchísimo para mí si, por favor, no tomarais fotografías o grabarais durante los espectáculos", requirió al público Bush antes de su esperada reaparición.