Casi cuarenta años de carrera no le pesan a Kiko Veneno, plenamente activo y con "muchos proyectos" en la cabeza, y que hace unos días estuvo en La Palma para dar un concierto en el que mostró su personal acercamiento al flamenco, un arte que, en su opinión, todavía busca su rumbo en el siglo XXI.

"Ahora mismo el flamenco está en fase de hibernación", asegura. "Solamente se crea para el circuito internacional, muy prestigioso por otra parte, pero sólo se crea para ellos. Cuando salgamos de la hibernación continuaremos donde lo dejaron Camarón, Morente y Paco (de Lucía), es decir, creando para nosotros. Y las posibilidades son inmensas, pero también nos puede pasar como al tango argentino: que no salgamos nunca de la fase de hibernación. Ese es el miedo que tengo", añadió el músico.

Como colofón a la primera edición del Festival Flamenco on Fire, que se celebró ayer en Pamplona y que estuvo dedicado a la figura del virtuoso guitarrista navarro Sabicas, Kiko Veneno actuó en una velada en la que compartió cartel con Tomasito y el grupo Los Evangelistas con Soleá Morente al frente.

"Sabicas fue el Paco de Lucía de su tiempo, un revolucionario que marcó el curso de la guitarra", describió Veneno, quien tampoco escatimó piropos para sus compañeros de escenario mañana. "Son gente con buen gusto por el arte y por la música, que saben dónde están las fuentes y ponen su cariño y dedicación en hacer cosas nuevas", afirmó el veterano intérprete.