La orquesta Revelación es sinónimo de baile "en pareja", de variedad de géneros para "gozar" y del sonido animado de las verbenas de antaño. Estos principios no son casuales. Y sus raíces entroncan con tres grandes grupos clásicos. En 2003 se celebró en Barranco Hondo un homenaje a los miembros de tres orquestas de renombre en los 60, 70 y parte de los 80: la Columbia de Barranco Hondo, Los Vengadores y la Nicanrandy. Uno de los responsables de la Revelación, Julio Fifair, tuvo a su abuelo en la afamada Columbia. Y, a partir de ese momento, Fifair decidió unirse con cinco amigos, coger canciones de esas orquestas, ensayarlas y formar una agrupación para tocar en bailes.

En su caso, ninguno tenía experiencia previa en orquestas ni formación académica sólida a nivel musical. Es decir, una orquesta de "aficionados" en toda regla. El más preparado era entonces Alexis Ramos Delgado, que tocaba y toca el saxo tenor, y que se convirtió en el director de la formación.

Su primera actuación tuvo lugar en 2004 en Barranco Hondo, concretamente en el descanso de la orquesta que tocaba esa noche en el pueblo candelariero. Interpretaron temas como "Diosa de piedra", "Tres perlas (Santa Marta, Barranquilla y Cartagena)", "El gitano Manolo" o "Abusadora".

La experiencia en el escenario fue satisfactoria y, a partir de ahí, surgieron bailes en núcleos como Machado o Varadero, por ejemplo. Hace diez años, Revelación estaba compuesta por un bajo, piano, batería, congas, saxo alto o saxo tenor y trompeta.

A partir del año siguiente, se sumaron nuevos componentes a la banda, incluidos dos cantantes más, uno de ellos Eduardo ex-AFU (Agrupación Folclórica Universitaria), un percusionista, un trombón y un trompeta. Actualmente, el colectivo tiene 13 componentes.

Una década después, como en los inicios, el principal objetivo de la orquesta Revelación es que las parejas y otras personas que van a las verbenas bailen y disfruten con temas y géneros de toda la vida. Sus miembros no buscan ser protagonistas ni ofrecer exclusivamente temas "cañeros" para los jóvenes. Las canciones para este tipo de público tienen un determinado horario, a partir de las dos o las tres de la madrugada, cuando las parejas empiezan a "replegarse".

Julio Fifair explica que "el 99 por ciento de nuestro repertorio es bailable", es decir, formado por cumbias, pasodobles, rancheras o merengues "moderados" (sin alcanzar grandes velocidades). Muchos temas son clásicos inolvidables y las piezas nuevas se adaptan con arreglos de los mencionados géneros u otros similares. Al igual que Argelio Rodríguez (Grupo Casablanca), Fifair opina que existe una tendencia a que en los bailes se ofrezca la música de los 70 y los 80; temas que popularizaron en las verbenas grupos como Los Guanches, Maracaibo, la España de Arafo o la Columbia.

¿Y por qué no se toca salsa? Julio Fifair explica que no es un género muy demandado por la gente. Aclara que ellos, en su repertorio, incluyen dos o tres, por si alguien se las pide específicamente, pero no se arriesgan a tocarlas siempre. Comenta que una de esas piezas es la popular "Un montón de estrellas", del artista Polo Montañez. Julio Fifair opina que percibe un regreso de los matrimonios y las parejas a las fiestas y las verbenas. Unas parejas que acuden a bailar, fundamentalmente, en vez de los jóvenes, que, por lo general, están en las plazas más para beber y hablar con sus amigos, y que empiezan a moverse tarde, con los temas más cañeros, según Fifair.

"Marejada", un himno; "Abusadora", la preferida

El portavoz de Revelación comenta que "Marejada" es el tema que más pasión levanta y que "sigue siendo un himno". La canción "talismán" de Revelación es "Abusadora", que es el utilizado por esta orquesta para cerrar sus bailes. Fifair indica que "este ha sido el verano en que más salidas hemos tenido". Desde comienzos de junio, Revelación no ha tenido un fin de semana libre. Su principal "radio de acción" está en el Valle de Güímar, El Rosario y el área metropolitana. Para Julio, un ejemplo de la aceptación de la orquesta es el número de repeticiones que obtienen en diversas fiestas tras actuar una primera vez. En Ravelo (El Sauzal) llevan tocando siete años seguidos; cinco consecutivos en La Esperanza, así como 4 en las multitudinarias fiestas de Las Eras (Fasnia). Con la proliferación de actuaciones en verano, la grabación de su tercer disco ha quedado "congelada" hasta el otoño. El trabajo tiene como productor musical al venezolano Wilmer Rodríguez (ex de la Caracas y bajista de La Gran Orquesta del Morocho).