Recientemente en la isla de Tenerife hemos visto cómo nuestro Cabildo sacaba a concurso un nuevo proyecto para el puerto del Puerto de la Cruz (ya hemos perdido la cuenta de cuántos van sin que se haya movido una sola piedra). Lo más sorprendente de este concurso desde el punto de vista de los interesados en la buena arquitectura y el buen urbanismo, es que prácticamente toda la experiencia solicitada atañe más a los ingenieros de caminos, canales y puertos que a los arquitectos y urbanistas, aunque la obra tiene en sí misma un alto componente arquitectónico. Es más, el cabildo de Tenerife exige que el interlocutor con la institución insular sea un ingeniero de la especialidad citada, excluyendo de entrada a los profesionales de la arquitectura o el diseño.

Ante tal acontecimiento me pregunté qué estaba ocurriendo en otros lugares cercanos, también turísticos y que como el Puerto de la Cruz deseen salir de la situación de obsolescencia a través de un proceso de renovación verdadero y valiente que les permita optimizar todo su potencial turístico, y me pregunté también si en esos lugares se intentaba disuadir a los arquitectos o diseñadores de su participación.

El mejor ejemplo que encontré enseguida, y cercano, por insular, y por que también Baleares tiene destinos turísticos obsoletos fue, precisamente, un puerto deportivo que se vende en el mundo presumiendo de su diseñador, el famoso Philippe Starck. Tanto es así que el dossier de prensa preparado para su presentación en el año 2012 comenzaba con el siguiente titular: "El puerto deportivo para grandes yates más moderno del Mediterráneo creado por Philippe Starck".

Philippe Starck es un diseñador industrial que ha hecho arquitectura, diseño de interiores, muebles, etc., y no por eso Mallorca lo consideró inadecuado para hacer un puerto, sino todo lo contrario: vende su diseño como una ventaja competitiva. Mallorca utiliza a Philippe Starck en su estrategia de marketing turístico. Lo cual demuestra varias cosas: por un lado, que los puertos no son solo territorio de ingenieros, sino de otras profesiones tan eficientes y técnicamente sólidas como la ingeniería, y por otro lado que la arquitectura, el diseño y la creatividad contemporáneas venden.

El Port Adriano y cómo Mallorca utiliza a Philippe Starck en su estrategia de marketing turístico.

El Port Adriano es un proyecto destinado a atraer el turismo de mayor calidad, nacional e internacional; algunas cifras que muestran el alcance de este proyecto son: 90 millones de euros de inversión, 285 puestos de trabajo directos, 25.000 metros cuadrados de amarre, 82 puntos de atraque para yates y súper yates de entre 20 y 80 metros todo el año y hasta 100m en verano, 10.000m2 de área técnica, con un varadero apto para grandes esloras equipado con un "travel-lift" de 250 Tn y talleres acordes al tamaño de estas embarcaciones. No es que sea un diseño que especialmente me interese ni me parezca la mejor arquitectura contemporánea de calidad, pero desde luego es lo mínimo que se debería intentar para el Puerto de la Cruz si realmente se quiere conseguir sacar a esa histórica ciudad turística de su letargo.

Dos universos que convergen en Mallorca y se separan en el Puerto de la Cruz: la ciudad y el mar

Una de las cosas más admirables del Port Adriano es algo que, si leemos los pliegos del nuevo concurso del cabildo de Tenerife para el Puerto de la Cruz, concluimos que aquí se ha abandonado: en Port Adriano hay dos universos que convergen: el puerto y la ciudad, el mundo náutico y el mundo del comercio y el ocio. Esa convergencia solo es posible desde una única visión global de diseño de la parte de tierra y de la parte portuaria, como así se llevaba trabajando durante más de 10 años para abandonar ahora sin que nadie sepa el verdadero por qué.

La arquitectura ha demostrado ser capaz de sacar a ciudades enteras de una situación de decadencia, hecho que el Cabildo de Tenerife no debería empeñarse en ignorar, sino estudiar cómo sacarle partido a todos los espléndidos profesionales de la arquitectura que viven y trabajan (o intentan trabajar) en Tenerife. Ningún gran político ha ignorado las ventajas que esta profesión puede aportar a toda sociedad.