La primera vez que se acercó a Rajum en Nabi Suaib, un promontorio situado a unos 13 kilómetros del lago Tiberiades, el arqueólogo Ido Wachtel portaba una notas que indicaban que allí se conservaban los restos del lienzo de una antigua muralla.

Pero una vez visto desde el aire, comenzó a dudar. Aquella estructura en forma de media luna resultaba extraña en una zona, que como recuerda el departamento de Antigüedades de Israel, forma parte de un cinturón de restos megalíticos que se extienden por los vecinos altos del Golán sirios.

La conclusión de sus estudios, presentada el pasado junio en el congreso internacional de arqueología sobre el Antiguo Medio Oriente, celebrado en la ciudad suiza de Basilea, ha supuesto un pequeño terremoto.

Rajum en Nabi Suaieb sería un monumento en sí mismo y habría sido erigido hace más de 5.000 años, mucho antes que las pirámides de Egipto y que el complejo megalítico de Stonehenge, en el Reino Unido.

"La clave nos la ofrecen los restos de cerámica que hemos hallado en sus proximidades", explica Watchel, estudiante de doctorado en el departamento de arqueología de la Universidad hebrea de Jerusalén.

"El hito ha sido datado de acuerdo a la cerámica y a los pedernales que se han encontrado en las excavaciones vecinas y que pertenecen a la segunda edad del bronce temprana, entre el año 3050 y el 2650 antes de Cristo. Es el primer periodo urbano en el sur de Oriente Medio", afirmó.

A vista de pájaro, la estructura sobresale en la ladera de una colina, en una zona boscosa al pie de una carretera desde la que parece una roca más.

Pero en realidad es un espacio de 150 metros de largo por 20 de ancho en su base y siete de altura, lo que le da un volumen de 14.000 metros cúbicos, medidas superiores a un campo de fútbol americano.

"Además de la excavación sobre el terreno, se creó una imagen 3D del hito ArcGIS para entender mejor sus capas y calcular el volumen y la clase de fuerza laboral que se necesitó para construirlo. Se usó una ''total station'' y más tarde se modeló en laboratorio", explica en Jerusalén.

Según el primer estudio, en su construcción habrían participado al menos 200 obreros durante más de cinco meses en una sociedad dedicada principalmente a la agricultura.

Su uso es todavía un misterio, y objeto del estudio de Watchel, perseguido por la prensa y más ocupado de lo habitual desde que el lunes publicara su teoría la revista especializada Livesciencie.

"El hito tiene forma de media luna y parece una muralla hecha con piedras desnudas, sin tallar. Su forma sugiere varias interpretaciones, una de ellas meramente funcional, la otra más simbólica", señala.

"La funcional, que se hizo así para que se pudiera ver en la distancia, sin confundirla con las laderas naturales de la colina. La simbólica tendría que ver con el culto al dios Sin, dios de la Luna" en Mesopotamia, explica.

A este respecto, el hito estaría relacionado con la ciudad de "Beit Yerach" (La casa del dios de la Luna), la mayor que se conoce del segundo periodo del bronce temprano en el norte de lo que hoy son Palestina e Israel.

"Estaba a un día de camino del Túmulo de Jethro (otro de los nombre que se da a la estructura. Quizá el hito sea una marca de la frontera Beit Yerach, pero esa es, naturalmente, una teoría muy difícil de probar", resalta el arqueólogo.

Las crónicas más antiguas indican que esta urbe estaba amurallada y mantenía relaciones comerciales con los primeros reyes egipcios, mientras que el nombre de Beit Yerach aparece por primera vez en textos rabínicos de hace 1.500 años.

Watchel cree, sin embargo, que podría tener más relación con otras estructuras megalíticas que se han hallado en montañas vecinas.

"Existe una enigmática estructura en los altos del Golán, a dos día de camino al este que incluye cuatro círculos en torno a un hito circular. Pertenece a la misma época y se cree que la tumba es incluso más antigua. Su nombre es Rujum al Hiri. Se puede ver en googlearth", explica.

Y aventura que podría ser un monumento religioso relacionado con peregrinaciones rituales.

"Es difícil de decir. En los periodos más tardíos podría haberse utilizado como lugar de peregrinación", subraya.

"Según el folclore local, el origen de su nombre, Gal Yithro en hebreo y Rujum an Nabi Suaieb, se relaciona con una tradición drusa de ascensión anual a la tumba de NabiShua''ayb''s en Karnei Hittin, a 16 kilómetros al sur, para verla desde este punto de observación", argumenta antes de señalar que aún quedan muchas preguntas por resolver.