El cortometraje franco-chino "Butter Lamp", del realizador chino Hu Wei, conquistó ayer el premio del jurado que distingue al mejor cortometraje del Festival Internacional de Cortometrajes Tenerife Shorts. Un evento que se viene celebrando en el teatro Guimerá desde el pasado jueves, con gran éxito de público y crítica. El máximo galardón del festival está dotado con un premio en metálico de 500 euros y trofeo (Laurel Dorado), pieza diseñada por la artista gaditana Laura Millán para esta segunda edición.

La película ganadora, de 15 minutos de metraje y coproducida entre Francia y China en 2013, se impuso entre los 33 cortometrajes que fueron seleccionados en la sección oficial de competición del festival tinerfeño. El corto de Hu Wei relata una trama en la que un joven fotógrafo y su ayudante sugieren fotografiar a nómadas tibetanos. Por diversos y más o menos exóticos backgrounds, las familias se presentan al fotógrafo. A través de estas imágenes, el fotógrafo tejerá vínculos únicos con cada uno de los distintos pobladores.

El jurado, compuesto por la presidenta de la Asociación de Cine Vértigo, María Victoria Pérez Afonso; el cineasta iraní Mahmoud Reza Sani y la directora de la Filmoteca Canaria, María González-Calimano, argumenta su dictamen en el hecho de que "la cinta es una llamada de atención sobre la frontera entre tradición y modernidad a través de una reflexión sobre la imagen representada, subrayando valores universales".

Asimismo, El realizador inglés Gabriel Gauchet, con "The Mass of men", conquistó el Premio del Público. Los espectadores votaron mayoritariamente esta obra de ficción de 17 minutos, producida en el Reino Unido, en la que Gauchet narra la historia de Richard, un desempleado de 55 años que llega tarde a su cita de empleo. Además, consiguieron Menciones Especiales la película húngara "Rabbit and Deer" (Coneja y ciervo), de Péter Vácz, y la cinta del Reino Unido "Stew and Punch", de Simon Ellis.

El Guimerá, un marco de ensueño para el festival

La ceremonia de entrega de premios tuvo lugar en la tarde de ayer en el teatro Guimerá, nueva sede del festival que, en palabras de su director, José Cabrera Betencort, "es el teatro más antiguo de Canarias y un marco de ensueño para cualquier festival internacional de cine". Cabrera asegura que "Tenerife Shorts ha cerrado una segunda edición con muy buenos momentos gracias al apoyo del público, lo cual da todas las garantías de éxito para un futuro cercano". Tenerife Shorts programó para esta segunda edición 33 películas de competición que sumaron casi nueve horas de proyección. Una muestra que incluyó doce estrenos en España y tres estrenos internacionales. El certamen fue posible merced al apoyo de las administraciones, organismos y empresas privadas.