Dicen que han aprendido a sobrevivir utilizando unas medidas correctoras como disfrutar de dos meses de vacaciones en verano, o diseñando espectáculos que están en plena evolución. "La verdad es que no sabemos hacer cosas tranquilas... Siempre nos proponemos bajar la intensidad, pero al final son frenéticos", precisa Carles Sanz en relación a los proyectos escénicos que comparte con Joan Gràcia y Paco Mir.

Tricicle está de vuelta en el Auditorio de Tenerife. Ellos insisten en dar un paso a un lado, por lo menos en lo que es creación propia, para dejarse adelantar por 35 años de historia. "Nos extinguimos, pero todavía hay tiempo para una gira a lo Miguel Ríos", avisa Carles Sanz. "Bits" desembarcó anoche en la Sala Sinfónica con el mismo éxito arrollador de las anteriores visitas. "Desde ahí arriba no tenemos la percepción de que la gente se ríe mucho con nosotros", sostiene Paco Mir. "El público viene con la intención de pasárselo bien y si por alguna razón eso no ocurre, nosotros hacemos que eso pase", precisa uno de los integrantes de un trío que ha escrito los días más gloriosos de su teatro cómico entre los proyectos "Manicomic" (1982) y "Bits" (2014).

Los bits son unos elementos que se mueven vertiginosamente en la red. Ese, precisamente, se convirtió en el punto de partida de un guion que mostrará en esta capital a un Tricicle -su estancia en la Isla se estirará hasta el sábado- un poquito distinto. "El público que nos conoce se va a reír igual, pero en esta oportunidad nos hemos permitido algunas licencias", dice Gràcia justo antes de que Sanz ratifique la idea anterior. "Los tres creamos, dirigimos e interpretamos el espectáculo... Por lo tanto, es normal que nos tomemos alguna concesión", defiende Carles.

El vértigo de "Bits" es el mismo que percibe un internauta cuando tiene la posibilidad de saltar -en unos segundos- de la página de una agencia de viajes a un portal en el que consulta el resultado de un partido de fútbol. "Internet es el envoltorio al que recurrimos para encerrar 15 o 22 scketch en los que hay un rato en el que hay un codazo o un rato en el supermercado", desvela Mir sobre un proceso creativo que se culminó con la presentación de "Bits" en Alicante.

"El espectáculo es exactamente el mismo que ha girado por la Península... Bueno, sí que existe una ligera diferencia: aquí lo interpretamos una hora antes", confiesa Sanz.

Paco Mir dijo que una de las claves para mantener activa su relación con la audiencia tiene que ver con la naturalidad que le imprimen a sus "gags". No buscamos nada demasiado sofisticado; al público le gusta ver que Tricicle se fija en lo cotidiano para dar forma a sus espectáculos", declara justo antes de que Gràcia abre una conexión con los argentinos de Les Luthiers. "La voz de Marcos Mundstock se escucha en Bits. Ese es un pequeño homenaje, o guiño, que le hacemos a un grupo amigo", argumenta Gràcia.

Y es que barceloneses y argentinos comparten alguna que otra conexión artística. "En la esencia por hacer humor sí que coincidimos, pero poco más", compara Joan en un instante de su comparecencia en la sala de prensa del Auditorio de Tenerife en la que sobrevoló, como uno de esos bits caprichosos, una quimérica aventura conjunta. "Una vez sí que hablamos de ello en uno de esos momentos de efervescencia alcohólica. Con Les Luthiers quisimos hacer algo juntos, pero aquello solo resistió una cena... En cuanto nos pusimos a analizar fechas, lugares en los que actuar y cómo lo podíamos hacer nos dimos cuenta de que era una misión imposible", recupera Joan Gràcia.

De los efectos devastadores de la crisis, Carles, Joan y Paco coinciden en señalar que, a pesar de que las cosas marchan muy bien y que no necesitan trabajar más de lo que lo hacen, en el teatro se nota que ha bajado la recaudación y el 21% de IVA está machacando a la cultura. "La gente racionaliza sus gastos para hacer apuestas seguras", concluye Gràcia.

Carles

Sanz

componente de Tricicle

Paco Mir

componente de Tricicle

Joan Gràcia

componente de Tricicle