Cuestionadora, ingeniosa y rebelde, así es Mafalda, quien hoy festeja medio siglo desde su primera aparición el 29 de septiembre de 1964, en Buenos Aires. Y, lejos de envejecer, esta célebre niña argentina que salió del lápiz del dibujante Quino continúa haciendo reír y reflexionar en la actualidad. Así lo recuerda en su edición de hoy el rotativo argentino El Universo.

Preocupada por la humanidad y la paz mundial, Mafalda trascendió por mucho los márgenes de las tiras cómicas y marcó a varias generaciones.

Traducida a casi una veintena de idiomas, sus preguntas siguen desnudando las contradicciones de los adultos, desde la educación formal hasta las convenciones sociales y el manejo político del mundo. “Me llama la atención que después de tantos años de no dibujarla siga vigente así”, admitió hace algunos días Joaquín Salvador Lavado (nombre real de Quino), de 82 años.

El dibujante fue distinguido este año con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, recibió la Legión de Honor francesa en el Salón del Libro de París e inauguró la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, gracias al reconocimiento que ha logrado su creación.

Para bautizar a la niña de pelo oscuro y cara redonda se inspiró en una bebé de la película Dar la cara (1962), basada en la novela de David Viñas.

En estos días varias exposiciones sobre el personaje se realizan en Buenos Aires