Los iniciales títulos de crédito, que muestran un plano cenital de las marismas del Guadalquivir, simulando los vericuetos del cerebro humano, nos adentran en el terreno pantanoso de la desaparición de dos adolescentes.

El guión de Rafael Cobos y Alberto Rodríguez nos sumerge en un rincón de la España rural de 1980, en la que los lugareños arrancan las vísceras de los pescados con sus propias manos, en la que existen pintadas en las paredes reivindicando un jornal justo, en la que hay ventas desvencijadas y resquicios franquistas, donde termina por salir a relucir parte de las miserias del ser humano.

Da la impresión de que Cobos y Rodríguez han cogido uno de aquellos sucesos que aparecían en el semanario "El Caso" (1952-1997) y han creado un sólido "thriller" policíaco. De hecho, uno de los personajes de la intriga es el periodista Manolo Solo, que escribió en la susodicha publicación. Cine de género que funde sus raíces en la España profunda. Una España sórdida y cochambrosa. De iconos cristianos y sexo soterrado, en la que las reivindicaciones obreras y las discotecas se dan la mano.

Los dos policías que investigan el incidente, representan las dos Españas de la época. En seguida se ponen de manifiesto sus diferencias generacionales e ideológicas. Javier Gutiérrez encarna al agente de la ley procedente del antiguo régimen, acostumbrado a emplear la violencia en los interrogatorios. Mientras, que Raúl Arévalo representa el futuro incierto al que camina un país que acaba de salir de 36 años de dictadura. El primero, dice en un momento dado: "Este país no es democrático, no está acostumbrado". Al segundo le replica su superior: "Este ya es otro país".

"La isla mínima" es una película de actores. Y el que lo borda es Javier Gutiérrez, en el que probablemente sea el mejor papel de su vida, lo que le ha valido el Premio al Mejor Actor en el reciente Festival de San Sebastián. Le secunda un impecable Raúl Arévalo. Entre las féminas destaca Nerea Barros, que compone el papel de una abnegada y compungida madre. Antonio de la Torre es el padre apegado a la tierra, que reniega de sus casquivanas hijas. La breve aparición del protagonista de "El Niño", Jesús Castro, confirma que tiene presencia, pero que todavía le queda un largo camino para convertirse en un buen intérprete.

No hay que buscar referentes estadounidenses tipo "Mud", "Paperboy" o la serie "True Detective", ya que "La isla mínima" es netamente española. Tiene la esencia de "El séptimo día" (2004), de Carlos Saura, pero se desmarca de ella y apuesta por emplear los recursos propios de una trama de intriga como el uso de planos a distancia para generar intriga.

Su ambientación y estética embriagadora, repleta de parajes perturbadores (que alterna escenas en zonas húmedas y tierra árida) han sido recompensadas con el Premio a la Mejor Fotografía para Álex Catalán en el Zinemaldia, donde también se ha hecho acreedor del Premio Feroz, otorgado por la Asociación de Informadores Cinematográficos de España, que reúne a periodistas y críticos. Entre sus secuencias sobresale la del plano cenital de la lluvia en el momento culminante de la historia, que recuerda al de "Celos" (1999), de Vicente Aranda.

Alberto Rodríguez, con solo seis títulos, se ha granjeado una trayectoria fílmica digna de ser seguida de cerca. Tras debutar con la simpática comedia "El factor Pilgrim" (2000), codirigida con Santi Amadeo, rodó la curiosa "El traje" (2002); a la que le siguió ese trozo de realidad vigorosa que fue "7 vírgenes" (2005). Tras la fallida "After" (2009), llegó la trepidante "Grupo 7" (2012). Su última propuesta, "La isla mínima", siendo una notable película, da la impresión de que podía haber sido más redonda. Supongo que la "culpa" la tiene el engañoso tráiler.

Por encima de todas las novedades de la cartelera de la semana que viene destaca sobremanera "Perdida", la última propuesta de David Fincher. El artífice de "Zodiac" y "Seven" regresa con la adaptación del "best-seller" homónimo de Gillian Flynn, una historia que promete intriga policial.

En las antípodas cinematográficas se encuentra la cinta turca "Winter Sleep" (Sueño de invierno), dirigida por Nuri Bilge Ceylan, que se centra en la vida de varios personajes que viven en un pequeño pueblo. Viene con el marchamo de la Palma de Oro en el último Festival de Cannes. Rob Reiner ofrece una de sus típicas historias familiares en "Así nos va". Los amantes del cine de terror encontrarán su película en "Annabelle", un "spin off" de "Expediente Warren". La británica "Mi vida ahora" se desarrolla en la Tercera Guerra Mundial. La comedia francesa "Babysitting" explota el tópico de hombre solo al cuidado de un niño.

"A escondidas" se centra en una historia de inmigración a través de la mirada de un adolescente marroquí. Los seguidores de Hugo Silva lo pueden ver en el drama "Dioses y perros". El filme polaco "Amarás al prójimo" pone el dedo en la llaga, al contar la historia de un cura pederasta. Por último, el filme italiano "Blanca como la nieve, roja como la sangre" narra un amor adolescente, que gira hacia el drama. Sea cual sea su elección, no dejen de ir al cine.