La obra del joven artista tinerfeño Pedro Paricio (Tenerife. 1982) es más conocida en la Península y el extranjero que en su propia tierra natal. Esta realidad va a cambiar a partir del próximo 31 de octubre, porque un centenar de sus pinturas colgarán, por primera vez, bajo el título "Elogio de la pintura", en una de las salas del Tenerife Espacio de las Artes de Santa Cruz de Tenerife, donde permanecerán hasta el 8 de marzo de 2015.

"La pintura posiblemente sea la disciplina más humana y compleja. Para trabajar no necesitas más que una superficie (lienzo, madera, piedra), un pincel (dedos, plantas, bambú) y pintura (pigmento, café, flores). Muchas otras disciplinas se apoyan en la energía eléctrica o en cosas fabricadas. El pintor, sin embargo, no depende más que de sí mismo", indicó el artista hace años sobre su visión del arte que practica con éxito.

La muestra, que estará comisariada por el conservador del TEA, Isidro Hernández, reunirá una variada selección de los trabajos realizados por el pintor canario durante su producción, obras que han sido ejecutadas con colores acrílicos sobre seda o lienzo, además de algunas piezas nuevas que han sido pintadas en sus casas-estudios de Londres y Tenerife, donde se encuentra actualmente.

Los Ángeles, Londres, donde realizó su primera individual con la prestigiosa Halcyon Gallery, con la que trabaja habitualmente, Barcelona, Sevilla, Nueva York o Shangai, son algunas de las ciudades en las que ha mostrado su pintura, algunas de cuyas piezas forman parte de diferentes colecciones.

La pintura que practica este peculiar artista se ubica en la infinita frontera existente entre el mundo de la figuración y la abstracción, estilo en el que su figura siempre está presente, aunque el propio autor describe su obra como "una abstracción sintética y orgánica a la vez que representa todo y al mismo tiempo nada en concreto. Mi pintura es un interrogante, no una respuesta".

Isidro Hernández asegura en el catálogo editado con motivo de su exposición en Santa Cruz que la obra de Paricio, "se ha convertido en una forma de vida, y su vida, en una hermosa y sorprendente pintura (...). El personaje que una y otra vez protagoniza sus lienzos es el alter ego del propio pintor".

Concisión y desnudez son algunos de los elementos que definen el lenguaje plástico de este creador de ilusiones pictóricas, que ha poblado su universo estético con una serie de elementos iconográficos entre los que también está presentes referencias directas a su tierra natal, como hizo en la serie "Shaman", que mostró recientemente en Halcyon Gallery de Londres.

En algunas de aquellas pinturas, según se señala en los textos editados con motivo de aquella exhibición, exploró las prácticas religiosas de los guanches "los habitantes originales de las Islas Canarias, de donde proviene Paricio, que realizaban rituales parecidos a las prácticas chamánicas del Norte y Sur de América, Australia y España".

Tradición y vanguardia, pasado y presente se dan la mano en la propuesta estética de este autor, quien aclara que pintar hoy en día "supone atrevimiento y experimentación, pero también reconocimiento de una herencia milenaria". Imaginación y un probado talento creativo son los aliados de Pedro Paricio, cuyo arte se podrá conocer, por fin, en su tierra.