Más de siete millones de personas, muchas de ellas ataviadas como brujas y zombies, los disfraces más demandados junto a los de vampiros y esqueletos, se lanzarán a las 70.000 fiestas de Halloween que se celebrarán hoy en España. A pesar de la crisis, el ébola y los políticos corruptos, la gente se echará a la calle para divertirse con el vestuario, las máscaras, el maquillaje o los accesorios que caracterizan a los personajes que despiertan el miedo y pueblan las pesadillas del imaginario colectivo.

Los más osados, con una buena dosis de humor negro, se mofarán de la actualidad y se enfundarán en el uniforme antiébola, el traje de corrupto o el esqueleto que tiene "hambre".

Los más pequeños, que se han acercado a la fiesta de Halloween a a través de las series de terror programadas por los canales temáticos de televisión infantil en los últimos días, disfrutarán de una jornada festiva este viernes. Los locales de ocio tienen todo preparado para una de las cinco noches más importantes del año, después de las Navidades y el Carnaval, por el número de personas que saldrán a celebrar Halloween.