Extremoduro viene de pesca a Santa Cruz de Tenerife. En realidad, ya ha llenado sus redes de seguidores durante la gira que cierra con el concierto que ofrecerá esta noche, a las 22:00 horas, en la dársena pesquera capitalina. Robe Iniesta y su banda dicen adiós a la gira "Para todos los públicos" con un espectáculo de gran dimensión que transporta más de 60 toneladas. Eso y, sobre todo, la buena marcha de distribución de localidad motivó el cambio de ubicación de un evento que se iba a celebrar en las inmediaciones del Auditorio de Tenerife.

Robe Iniesta, Iñaki Antón, José Ignacio Cantera y Miguel Colino están obligados a entretener a una clientela que hace tiempo que les declaró un amor perpetuo. Y es que si hay algo que define a sus parroquianos es que estos son muy de Extremoduro. Con esa batalla ya ganada, pocas son las dudas que se ciernen sobre una cita que ha movilizado a seguidores de todo el Archipiélago: la primera remesa de localidades que se colocó en el mercado duró un par de horas.

Una parcela que linda con el Instituto Oceanográfico es el emplazamiento definitivo de un espectáculo que montará una estructura -más de cien operarios trabajan en la zona- con 200.000 watios de sonido y 400.000 watios de iluminación. Debido al cambio que se oficializó el pasado jueves, los organizadores han activado un servicio de guaguas de ida y vuelta (a partir de las 18:00 horas) que unirán el aparcamiento del Auditorio de Tenerife y la dársena pesquera. Igualmente, también se ha informado de que una taquilla se abrirá hoy, a las 11:00 horas, para atender las últimas peticiones. Ese punto de venta está localizado en el Auditorio.

Cuatrocientos metros cuadrados de escenario es el espacio que dispondrán los músicos de una formación cuyos orígenes se remontan a 1987, aunque sus días de gloria son algo más recientes.

Veinte años en primera línea. Ese es el tiempo, más o menos, que lleva Extremoduro bajo los focos. "¿Dónde están mis amigos?", el cuarto de los once discos que han publicado entre 1989 y 2013, fue la confirmación de que las raíces extremeñas de Robe Iniesta habían encontrado un sustento importante en el norte peninsular: talento y tradición generaron una excelente sintonía, que mejoró notablemente cuando se consolidó la marca con el sello DRO. Poco a poco, el boca a boca hizo el resto hasta posicionar a Extremoduro en unos márgenes muy difíciles de imaginar cuando su solista decidió probar fortuna lejos de Plasencia. Ahí se rompieron las mejores previsiones aglutinando a más de 100.000 personas en giras como "Material defectuoso" (2011). La esencia más pura del rock radical vasco se asentó en los cimientos de una formación que nunca ha descuidado sus letras; una culpa que, sobre todo, recae sobre Robe Iniesta.

Rock and roll, hard rock, rock urbano... Esas tres variantes, y otros matices que aproximan a Extremoduro a Platero y a los sonidos gruesos de Barricada, proporcionaron un sello personal a una de las bandas que más admiradores tiene en suelo español, aunque lo realmente curioso es el espectro tan heterogéneo de una legión de fans que no deja de crecer. Y es que Extremoduro es capaz de dar forma a movimientos mesiánicos que se aproximan muchísimo al juramento que han realizado los amantes de rock con formaciones como Ramones o AC/DC.