Del 1 al 8 de noviembre se pudieron visionar 73 documentales, entre largometrajes y cortometrajes, en la novena edición del Festival Internacional y Mercado de Cine Documental de Guía de Isora, más conocido como MiradasDoc, que este año ofreció, por vez primera, conciertos en vivo de intérpretes tan dispares como Avernessus, Terekitetap o Elena Acosta.

"El cuarto desnudo" se alzó con el premio al mejor largometraje del concurso internacional, en la que competían doce películas procedentes de México, Canadá, Grecia, Estados Unidos, Polonia y Alemania-Bélgica. La película de Nuria Ibáñez captura momentos de realidad para plasmar las heridas de la infancia.

"Joanna", "Los adioses" y "Adiós a Hollywood" ofrecieron tres puntos de vista diferentes de enfocar un mismo tema: la finitud de la vida. Lo que demuestra que, paradójicamente, MiradasDoc es un festival que está vivo porque se nutre de criterios cinematográficos complementarios. "Joanna" destila dulzura y delicadeza. La cámara respeta la intimidad de la familia y transmite paz. Por su parte "Los adioses" no hace uso de ningún asidero ni recurso audiovisual y prefiere mostrar la cruda realidad. Es cine de realidad puro y duro, por eso hubo espectadores que prefirieron abandonar la sala. Todo lo contrario que "Adiós a Hollywood", que opta por emplear una miríada de fotogramas de señeras películas de la meca del cine para contar los últimos días de una aspirante a cineasta. Una epatante historia que alterna momentos luminosos e instantes nigérrimos, que destilan emotividad y remueven las entrañas a partes iguales.

Otro título a reseñar es la película mexicana "Carmita", que rescata del olvido a Carmita Ignarra Güel, otrora diva de la radio cubana en la década de los 40. Al igual que el clásico "El crepúsculo de los dioses" (1950), de Billy Wilder, reflexiona sobre el paso del tiempo, la belleza marchita y la memoria sepultada. También cabe destacar "Excisión", que aborda el controvertido tema de la ablación, al igual que el cortometraje "Godka Cirka", por lo que se proyectaron conjuntamente. Los dos presentan visiones inteligentes que dejan entrever la complejidad de erradicar esa práctica en determinados lugares de Kenia y Somalia. Otro documental digno de mención de la sección oficial de largometrajes fue el estadounidense "La mano que alimenta", que centra su mirada en la lucha organizada de los trabajadores indocumentados de la cadena de restaurante de comida rápida Hot & Crusty ante las abusivas condiciones laborales a las que son sometidos.

En un festival especializado en temática social es difícil encontrar destellos de humor. Uno de los pocos títulos que promovieron la risa fue "Máximo placer", una comedia con trasfondo dramático, que gravita en torno a cuatro jubiladas que compran compulsivamente todo tipo de adminículos para llenar el vacío de sus vidas. Fue recibida con aplausos. Todas las películas que compitieron en el concurso internacional de largometraje se caracterizaron por un criterio de calidad y el rigor cinematográfico.

Diversidad de miradas

Lo interesante de acudir a un festival de cine como el MiradasDoc es que ofrece todo tipo de propuestas. En la era de las redes sociales que propician una fragmentación del lenguaje y, consecuentemente, una fragmentación del pensamiento; en una sociedad marcada por la vorágine de la inmediatez, donde se consumen miles de imágenes en un mínimo espacio de tiempo un festival como el MiradasDoc permite repensar la imágenes y generar un debate entre los espectadores. Existe un cine no solo de consumo y mera evasión que difícilmente llega a las salas comerciales. Precisamente uno de los principales activos del certamen isorano es su público, un público fiel y heterogéneo con el que es un placer dialogar.

En el concurso nacional se impuso "Si las paredes hablasen", un sobresaliente cortometraje, dirigido por Miguel López Beraza, que hace gala de un exquisito lenguaje cinematográfico y que narra de forma interesante y genuina la anodina existencia de dos inquilinos de un edificio. Quizá no sea del todo justo que un corto de diez minutos sea recompensado por encima de largometrajes de más de una hora como los sugestivos títulos de "Juntos y revueltos (El mejunje de Silverio)" o "Asier y yo". Por otra parte, el galardón de mejor ópera prima fue para "Propaganda", un interesante seguimiento visual a la campaña presidencial chilena de 2013 en el que se pone en la picota la relación entre clase política y ciudadanía.

El galardón al mejor cortometraje fue a para manos de la cinta bielorrusa "Almaz", que narra el nexo de unión entre un hombre y un caballo. En el fondo es la película que Spielberg quiso hacer con "War Horse" (2011). Otro trabajo a destacar es el argentino "La reina", una crítica sutil a la instrumentalización de la infancia que se produce en los concursos de belleza infantil. La hornada de cortometrajes de calidad la completaron títulos como el polaco "Siete hombres a distintas edades", que emplea el boxeo como metáfora de la vida; el cubano "Un paraíso", que se adentra en el suicidio infantil sin pretender hurgar en la herida sino encarar una dura realidad para seguir viviendo con más ahínco; o el hipnótico "Montaje anónimo", un sentido homenaje al silencioso trabajo de los tramoyistas a través de una narración ágil y minuciosa, planos de una belleza plástica inusitada y una estructura narrativa circular.

El premio del público recayó, comprensiblemente, en "Mirando hacia arriba" por la empatía que genera su protagonista de 98 centímetros de altura. Este filme aglutina dos de las características del MiradasDoc. Por un lado fija la mirada en una persona singular que concita la atención del espectador. Por otra parte, integró el EnseñanDoc, la sección del festival dirigida a los escolares que tiene la intención de despertar su interés por otro tipo de cine y acercarles a otras realidades.

Por último, de las veintiséis películas canarias presentadas a esta edición, se seleccionaron seis y "Hotel Nueva Isla", que participó en el "pitching" del mercado del festival del año pasado, fue el documental más valorado por el jurado. Estéticamente embriagador y narrativamente intachable formó parte de la selección oficial del último Festival de Rotterdam, lo que evidencia que MiradasDoc está en la punta de lanza de los festivales especializados en documentales a escala nacional.