La falta de conocimiento que existe en la sociedad acerca de los pies planos o de las deformidades podálicas y del modo actual en que se diagnóstica y trata hace que la mayoría de las consultas atendidas por esta enfermedad culminen sin un diagnóstico. Así lo advierte el traumatólogo de Hospiten Bellevue Roberto Martínez, que explica que "el 40 por ciento de los tratamientos ortopédicos que se hacen en el mundo son por la persistencia de los padres, que muchas veces tratan de aplicar parámetros antiguos".

El pie plano es el término común de una enfermedad que se caracteriza por la pérdida del arco normal de la planta del pie y en la que el niño afectado camina apoyando toda la planta, en lugar de sustentar su cuerpo sobre los tres puntos habituales del pie, como son la punta (cerca de los dedos), el talón y el borde externo.

Según el Servicio de Traumatología de Hospiten Bellevue, hasta pasados los 3 o 4 años de edad no es posible diagnosticar pies planos, ya que aún no se ha formado el polígono de sustentación, la planta del pie tiene mucha grasa y la marcha es insegura. Además, no todos los casos que se diagnostican requieren de un tratamiento ortopédico.

En este sentido, el traumatólogo Roberto Martínez explica que en Hospiten sólo se aplica tratamiento (plantillas o calzados) a aquellos niños en los que se detecta una colisión de las rodillas o los talones, o se asocia a otra patología podálica, ya que en el resto de los casos, conocidos como pies planos flexibles, la condición de pies planos va desapareciendo a medida que el niño crece y se forma el arco del pie.

Antes de mandar cualquier tratamiento, se debe realizar un diagnóstico diferencial para determinar si la rotación interna o marcha en rotación interna por la que a menudo acuden a consulta se debe a la anteversión femoral, la torsión tibial interna o al metatarso aducto (tipo de deformidad que hay en el pie).

"Solo se aplica tratamiento a cuatro de cada diez niños diagnosticados con patología podálica", afirma Roberto Martínez, que añade que, por término general, comienza a tratarse a partir de los cuatro años, y se hace un seguimiento hasta los ocho, aproximadamente. Por el contrario, si la enfermedad se diagnostica pasados los 12 años, resulta muy difícil corregirla con tratamiento ortopédico.

Además, en el caso de los niños con pies planos flexibles el Grupo Hospiten recomienda realizar una serie de ejercicios que favorezcan el fortalecimiento de la musculatura de la planta del pie como, por ejemplo, caminar descalzo por la arena, caminar con un calzado simple por terrenos irregulares, caminar de puntillas y de talones y tratar de coger objetos con los dedos de los pies. Estímulos necesarios para la formación correcta del arco plantar, siendo esto más importante que tratamientos ortopédicos muchas veces innecesarios.