Érase una vez una villa tinerfeña que llenaba sus calles de narradores y cuentacuentos durante una semana al año. Aquella loable iniciativa, que se desarrollaba en los espacios más inauditos pero accesibles al público, pertenecía al género de los sin techo, hasta que llegaron los representantes del pueblo y decidieron concederle un hogar para vivir siempre. No es un cuento, es un final feliz para la Villa de Los Silos, que para 2016 espera tener su Museo del Cuento, según el proyecto presentado ayer en el Museo de la Naturaleza de Santa Cruz.
Los representantes del Cabildo, Aurelio Abreu (vicepresidente), Cristóbal de la Rosa (consejero de Cultura) y Amaya Conde (de Museos) hicieron una piña para dar a conocer, junto al alcalde de Los Silos, Santiago Martín, y el director del Festival Internacional del Cuento, Ernesto Rodríguez Abad, los detalles de restauración y museísticos de la que será la futura Casa del Cuento de Los Silos, que se espera se haga realidad para 2016.
Esta iniciativa, que se empezó a gestar en el año 2009, cuenta con el asesoramiento de los técnicos de Museos del Cabildo, que adquirió el inmueble hace años, con la intención de descentralizar un poco la cultura en la Isla, matizó Conde, además de fomentar la cultura en el Norte y consolidar un lugar para el Festival, corroboró De la Rosa.
Santiago Martín explicó que el presupuesto para hacer realidad este proyecto asciende a 400.000 euros. "Hay un compromiso de convertir este anteproyecto en proyecto e iniciar las obras con el Cabildo en el bienio 2015-2016, con una partida cada año".
El mandatario silense aclaró que el objetivo es que el consolidado Festival del Cuento de Los Silos tenga un espacio físico estable, en el que se puedan desarrollar actividades relacionadas con este género literario durante todo el año, además de otras iniciativas como mostrar los decorados que se han utilizado en las diferentes ediciones, "en definitiva, que haya actividad cultural todo el año".
Por su parte, Rodríguez Abad indicó que "el concepto del Museo del Cuento va a ser jugar con la obra artística, tanto de ilustradores como de algún escultor, con la idea de un espectador o usuario que vaya a descubrir trucos o fantasías, que al destapar una caja aparezca un objeto de los cuentos tradicionales, y que ese objeto genere que su imaginación empiece a activar una historia. Que a través de la pintura y obra gráfica del miniaturista se pueda representar el cuento, que se descubra su mundo, pero no tanto desde el punto de vista del escritor, sino dirigirse a la fantasía propia del ser humano".
También puntualizó que será un museo interactivo, donde habrá actividades para niños relacionadas con la didáctica y el trabajo del día a día en la escuela, a través de una serie de talleres, "siempre con el cuento como trasfondo artístico, tanto desde el cine como de la música. Es un museo donde lo artístico será el principal motor, tanto para niños como adultos".
Otro aspecto muy importante del futuro Museo del Cuento será su archivo sonoro. "Ya estoy trabajando en ello. El usuario va a tener la posibilidad de oír como te cuentan un cuento como lo hacen los indios guajiros de Venezuela, o en un poblado de los Andes. Eso va a estar registrado en un archivo sonoro. Tengo acceso a grabaciones de Brasil, de Ecuador, de Venezuela. También voy a pedir a todos los narradores que vengan al Festival cuentos populares de sus respectivos países, incluso de África".
Diferentes estancias
El Museo del Cuento de Los Silos estará ubicado en dos inmuebles unidos del casco histórico de la localidad, que según el arquitecto del proyecto, Pedro Romera García, tienen estructuras distintas. Está constituido por un cubo principal de dos plantas, con altos techos y suelos de madera. Tendrá varias salas de audiciones, zonas de exposiciones, un centro de documentación e investigación y una terraza con un auditorio abierto.
Papiroflexia
Romera García ofreció una verdadera clase de arquitectura en la que explicó que su concepto de los espacios juega con la papiroflexia, con utilizar el papel como el origen de la escritura. "Los espacios serán como plegados y replegados (...). Será un edificio abierto, flexible". También se va a aprovechar el espacio exterior como un auditorio al aire libre, al igual que la azotea.