El grupo Hospiten advierte de que el núme- ro de personas afecta- das por la EPOC, o enfermedad pulmonar obstructiva crónica, está cre- ciendo de manera significativa, especialmente entre las mujeres, aunque su incidencia es mayor entre los hombres, y recuerda que en la actualidad esta enfermedad es la tercera causa de muerte en el mundo. La doctora Magdalena Alonso, neumóloga de Hospiten Sur, explica que uno de los problemas que existen para reducir la tasa de mortalidad de esta enfermedad es la falta de conocimiento que existe en la sociedad.

De hecho, "el número de personas que hoy en día están diagnosticadas de EPOC sigue siendo muy inferior al número real de enfermos, debido a que hay pacientes que, a pesar de tener los síntomas, generalmente no quieren reconocerlos como una consecuencia directa de la enfermedad y sobre todo del tabaco", señala.

El avance de esta enfermedad, cuya principal causa es el tabaquismo, produce un deterioro progresivo de la calidad de vida de los pacientes, que pueden llegar a tener una autonomía muy limitada y a precisar de oxigenoterapia.

Según la doctora Alonso, tanto la tos crónica como la dificultad respiratoria que padecen algunos fumadores pueden ser un indicativo de que padecen EPOC. "Por eso, es importante concienciar a la población de que, ante la presencia de uno o más síntomas, acudan a un especialista para detectar a tiempo la patología y comenzar a tratarla de la forma más precoz posible, intentando con ello variar el curso de la misma", insiste la neumóloga.

En este contexto, y de acuerdo con la Sociedad Española de Enfermedades del Aparato Respiratorio (SEPAR), el grupo Hospiten recomienda la realización de una espirometría a los pacientes fumadores mayores de 35 años que tienen sintomatología compatible (sensación de falta de aire, expectoración a diario o más de 3 meses seguidos al año, tos persistente).

El diagnóstico y tratamiento precoz de la enfermedad, junto con otras medidas fundamentales como dejar de fumar, hacer ejercicio y llevar una dieta sana, son algunas de las claves para conseguir frenar y controlar el avance de la EPOC.

Aparte de llevar una vida saludable, el control de la enfermedad requiere cumplir un tratamiento médico específico. Además en algunos casos es preciso realizar ejercicios de rehabilitación respiratoria, que ayudan al paciente a mejorar su capacidad pulmonar y la tolerancia al esfuerzo, lo que permite mejorar en muchos casos la calidad de vida de los pacientes con EPOC.

En algunos pacientes, el tratamiento de la EPOC conlleva también la prescripción de otras terapias que permitan controlar el desarrollo de patologías que inciden negativamente en la enfermedad pulmonar, como es el caso de la obesidad, el síndrome de apnea del sueño o la insuficiencia cardiaca, entre otras.