Ayer volvió a casa con la sensación de haber convertido en realidad el sueño que llevaba buscando desde hace años. "Creo que a partir de ahora voy a vivir un poco más tranquilo", asegura el director tinerfeño David Cánovas (1971) después de culminar el rodaje de "La punta del iceberg", su ópera prima como profesional de la industria del séptimo arte.

Veinticinco días de trabajo invirtió el cineasta santacrucero en la grabación de un "thriller" cuyo reparto está encabezado por Maribel Verdú y Carmelo Gómez: en la nómina artística del proyecto impulsado por la productora Tornasol también aparecen los nombres de Ginés García Millán, Fernando Callo, Álex García, Bárbara Goneaga y Jesús Castejón.

"Soy perfectamente consciente del duende que me ha acompañado a lo largo de este rodaje", sostiene Cánovas cuando se refiere a la calidad de los actores y actrices que han dado forma a un guion que está basado en la obra teatral del también canario Antonio Tabares. La historia plantea a los espectadores un suceso real acaecido en el año 2007 en Francia, cuando tres empleados de una compañía deciden quitarse la vida. "Tener a una actriz como Maribel Verdú en los créditos me ha permitido trabajar a un ritmo muy alto porque es una profesional que marca los tiempos de rodaje, pero es que el resto de los actores están a un nivel alto en la escena nacional", agradece el canario.

"Estas tres semanas y media he pensado en el respeto que le debo al espectador", precisa el compañero de clase de los directores Alejandro Amenábar y Mateo Gil justo antes de valorar que "los que deciden pagar una entrada para ir al cine tienen que llevarse lo mejor de mí como responsable de esta película", aclara sobre un producto que, a su juicio, es "entretenido, verosímil y vistoso", enumera. En ese sentido, Cánovas tiene claro cuál es su función: "no me importa rodar más o menos, sino lo que haga tenga calidad y, sobre todo, que transmita emoción".

Nueve años después de aquella nominación a los Goya que le recuerdan en casi todas las entrevistas ("El intruso"), David no tiene problemas para reconocer que se siente aliviado; que se ha sacado una espinita clavada que de vez en cuando le recordaba que ya era hora de abordar un reto de mayor calado. "La verdad es que me he quitado una mochila que empezaba a pesar (sonríe)... Esta es una sociedad en la que muchas de las cosas que te pasan vienen determinadas por lo que otras personas quieren ocurra en tu vida. A mí me pedían esta película desde hace tiempo, pero estoy convencido de todos los pasos que he dado hasta ahora. "Lo de menos es si esta oportunidad me ha llegado a los 42 años, lo que importa es que ya se ha hecho realidad. A lo mejor cuatro o cinco años antes no hubiera estado preparado".

De las sensaciones de un trabajo que en enero de 2015 afrontará los capítulos más costosos de postproducción David Cánovas precisa que "la película ha quedado mejor de lo esperado. Los planos han salido mejor que cuando estaban en mi cabeza. Sabíamos que este iba a ser un rodaje rápido porque todo estaba bien encarrilado desde el principio, pero es que cuando tienes el respaldo de una productora tan potente detrás los pequeños detalles se solucionan sobre la marcha... Los primeros días me costó dormir, ya que le daba mil vueltas a los diálogos y las escenas, pero la verdadera emoción llega cuando dices: ya tengo mi película", dijo.

David Cánovas

Director de la película "La punta del Iceberg"