Asegura que en cuanto se pone el hábito desaparecen esas dudas iniciales que le hicieron reflexionar sobre la conveniencia o no de formar parte de esta aventura. Con J de Jadel, o de "Jesucristo Superstar" se inicia una conversación con un tinerfeño, ganador del programa "El Número Uno" de Antena 3 TV (2012), que protagoniza el musical dirigido por el siempre incansable Jaime Azpilicueta que se instalará en la Sala Sinfónica del Auditorio de Tenerife del 26 al 30 de diciembre. "Al final me va a costar salir de este papel", asegura un artista que aguarda el nuevo año para dar a conocer su primer gran proyecto discográfico.

¿Se le ve cómodo en el papel de Jesucristo?

En cuanto te pones estas ropas desaparecen las dudas (ríe)... Tú dirás cómo me ves. ¿Doy o no doy el perfil?

¿Es este el proyecto más interesante, o por lo menos el más visible, de todos los que ha acometido hasta la fecha?

Sí que lo es porque hasta la fecha no había vivido ni una sola experiencia teatral. Esto supone un doble riesgo: en un lado está la parte interpretativa y en el otro un musical con un gran recorrido.

¿Ya le ha picado el "gusanillo" de los musicales?

No sé cuánto tiempo me voy a quedar en este género. Eso es algo que iré viendo conforme avance esta primera experiencia y, sobre todo, lo que me puedan ofrecer más adelante. De momento, hablo de "Jesucristo Superstar" porque es el proyecto en el que estoy concentrado y en el que he encontrado una gran oportunidad para experimentar una faceta artística que era desconocida para mí. Eso sí, está siendo una aventura brutal.

¿Pero le gustaría quedarse un rato más en este género?

Aquí he encontrado un equipo tan profesional que no me importaría repetir mil veces el papel de Jesucristo, pero no sé si me veo mucho tiempo en el mundo de los musicales porque mi estilo está en otra dirección. Por ahora lo estoy disfrutando y no quiero descartar nada de cara al futuro.

Este es un mundo opuesto al que usted mejor conoce, ¿no?

La principal diferencia es que el Jadel cantante no tiene que interpretar a nadie y el Jadel actor debe asimilar al personaje... Aquí tiene que desaparecer Jadel para que esté Jesucristo. ¡Aquí no puede estar Jadel! Está vocalmente, pero en otro cuerpo.

¿Qué supone trabajar bajo las órdenes de Jaime Azpilicueta?

Trabajar con él supone acumular un aprendizaje gratuito. De este musical me estoy llevando un montón de conocimientos que no se aprenden cuando estás alejado de profesionales como Jaime Azpilicueta. Se sabe explicar bastante bien y, sobre todo, consigue sacar lo mejor de cada uno.

¿Cómo vive el hecho de exponerse por primera vez en casa con tanta contundencia?

Y encima en el Auditorio... En estos momentos aún estoy en la fase de responsabilidad; la de satisfacción vendrá al día siguiente de la primera función cuando escuche los primeros comentarios y lea las críticas sobre el espectáculo. No me asustan las críticas que se hacen con buena intención y sin ganas de causar daño. Sé que la perfección es imposible de lograr, pero estamos haciendo un trabajo bonito y confío muchísimo en todas las personas que tiramos de este musical.

¿Su adaptación al medio ha sido camaleónica?

Todo esto es fruto del trabajo de dos semanas y media, tres como mucho... Soy una persona que se adapta bastante rápido a las nuevas situaciones. Sobre todo, si el proyecto en el que estoy metido me complace. Y esta es una de esas cosas que me apetece hacer. Esto no lo hago obligado por nadie, lo hago porque esta me parece una magnífica ocasión, si no la mejor, para poder crecer como artista... Estoy feliz. Además, el hecho de estar trabajando con gente canaria supone un atractivo más para que el público perciba que aquí se pueden hacer espectáculos de un nivel altísimo.

¿Creyente?

Sí, pero no prácticamente (sonríe)... ¿Cómo no puedo ser creyente ahora si me miro a un espejo y veo a Jesucristo? Si es que me doy hasta miedo...

¿Y ese miedo existe cuando echa una mirada al pasado y aparece Camilo Sesto?

No sólo con él, sino con los actores que han interpretado este papel en Londres, en Madrid, en Nueva York o en París... Eso es algo con lo que yo contaba, pero quiero mostrar mi versión y alejarme de las comparaciones que se puedan realizar con Camilo Sesto o con los que vinieron después.

¿Al público que venga al Auditorio se le tiene que pedir cariño hacia un elenco cien por cien canario?

Al público hay que pedirle justicia, no un trato de favor hacia los artistas por ser canarios. Sé que esta audiencia es generosa cuando las cosas se hacen bien y, sinceramente, este "Jesucristo Superstar" no tiene nada que envidiar a los espectáculos que se ofertan en la Gran Vía.

¿Qué será de Jadel después de que cuelgue los hábitos?

Al final me va a costar salir de este papel, pero estoy ilusionado con el lanzamiento, por fin, de mi disco. Se ha hecho derogar, pero ya lo tengo. Me tomé mi tiempo porque no quería ofrecer cualquier cosa, sino lo mejor de Jadel.