Más de 20.000 personas vivieron anoche en directo el XXI Concierto de Navidad de Puertos de Tenerife que se celebró en la Dársena de los Llanos de la capital tinerfeña. Dos iconos de la cultura canaria se pusieron bajo las órdenes de Michal Nesterowicz en una velada primaveral, casi veraniega, en la que la Orquesta Sinfónica de Tenerife y Los Sabandeños dieron forma a un XXI Concierto de Navidad de Puertos de Tenerife que tuvo dos partes bien diferenciadas. Los asistentes disfrutaron la fusión entre lo clásico y lo popular. Edvard Grieg fue el eje sobre el que circuló la primera parte de un concierto en el que se interpretaron las suites de orquestas número 1 y 2 (opus 46 y 55) de "Peer Gynt", de Edvard Grieg, basadas en cuentos de hadas noruegas. Esa fue la sección más clásica de un concierto que reservó para la segunda parte del programa la porción más emotiva. La vinculada con la presencia en el escenario de Los Sabandeños. De la misma forma que los asistentes aguardaban la tradicional Marcha Radetzky con la que tradicionalmente acaba el concierto, anoche hubo interpretaciones que estaban en la mente de todos los asistentes y que finalmente aparecieron. Los Sabandeños cambiaron el paso a una velada que había crecido de una manera muy sutil.

Los Sabandeños aportaron la cercanía de un repertorio que empezó a crecer con los acordes de "Valentina". La fusión entre instrumentación y las voces elevó el ánimo de los asistentes.

El tradicional concierto de OST tuvo dos partes. La primera, para los más puristas, que dio pase a ese mano a mano entre el timple y la flauta para deleitar al público con la "Cantata del Mencey", el "Pasodoble Islas Canarias" o los villancicos "Lo Divino" o "Vamos Cantemos". Expresiones folclóricas como el tanganillo alcanzaron el rango sinfónico y entusiasmaron al público con la intervención de los solistas de Los Sabandeños, justo cuando celebra las bodas de oro de su fundación.

Entre la parte clásica y la más popular del concierto, destacó la participación, junto a la presentadora Puchi Méndez, de dos jóvenes "traductores" que felicitaron la Navidad con el silbo gomero.

Resultó llamativo ver la incorporación a la orquesta de las chácaras o el tambor gomero, que se acomodaron al compás que marcaba el polaco Michal Nesterowicz, mientras Benito Cabrera con su timple se sumaba a la straussiana "Marcha Radetzky" mientras las bengalas iluminaron el puerto chicharrero por Navidad.