La película más taquillera en Francia ("Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?") y el filme que ha arrastrado más público en España a los cines ("8 apellidos vascos") a lo largo de 2014 tienen como denominador común que se ríen de los tópicos acendrados tanto en la cultura francesa como en la española, respectivamente. También tienen en común que son dos comedias de consumo fácil, humor blandengue, personajes estereotipados, que en el fondo tienen buen corazón, y unos gags predecibles. Y precisamente por eso 12 millones de franceses han decidido pagar una entrada para reírse de sí mismos (elocuente es la escena en la que la variopinta familia canta La Marsellesa).

"Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?" se sitúa en la órbita de títulos recientes como "Bienvenidos al Norte" (2008), en la que se hacía hincapié en las diferencias generales entre los habitantes del Norte y el Sur de Francia, "Bienvenidos al Sur" (2010), que era la versión italiana de la anterior o "Nada que declarar" (2011), que daba pábulo al humor pseudo racista entre los galos y los belgas. Precisamente, en la frase "yo no soy racista, pero..." se fundamenta el argumento de esta casquivana comedia. Un francés de pura cepa (que encarna el popular Christian Clavier, conocido por "Los visitantes", 1993) ve cómo tres de sus hijas contraen matrimonio con un chino, un musulmán y un judío. La cuarta tiene un novio de raza negra. Esto que podría parecer el principio de un chiste, refleja una realidad actual: el 20% de los matrimonios galos son mixtos. Y de hecho, el director se ha inspirado en su propia familia para pergeñar este curioso argumento. Realizador, por cierto, desconocido por estos lares ya que de sus cinco películas esta es la primera que se estrena en España, de lo cual me alegro encarecidamente. De todas formas, no se convertirá en la película predilecta de Marine Le Pen, la líder de la extrema derecha francesa.

En cierta manera "Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?" es la actualización del cine del inefable cómico francés Louis de Funès, que protagonizó en los 60 y 70 un puñado de filmes de dudoso gusto, pero que hicieron fortuna en la audiencia francesa, como lo hicieron en la española las andanzas de paleto entrañable que encarnaba Paco Martínez Soria o en la italiana el procaz y escatológico Alvaro Vitali.

Esta exitosa (comercialmente hablando) película se encuentra en las antípodas de ácidas e irreverentes comedias recientes como la también francesa "Louise-Michel" (2008), que se mofaba inteligentemente de los despidos laborales masivos o la británica "Four Lions" (2011), que se reía brillantemente del terrorismo islámico. Aunque la cinta de Phillipe de Chauveron no propicie una crítica demasiado elaborada sí que plantea una pregunta interesante: ¿Existe el público medio o se fabrica? El hecho de que las productoras, las distribuidoras y las salas de exhibición en muchos casos forman parte de la misma corporación facilitan la creación de un consumidor estándar. Por cierto, algunas comedias francesas recientes más recomendables son "La cena de los idiotas", (1998) "Después de usted" (2003) o "Pequeñas mentiras sin importancia" (2010).

La primera cartelera del año depara varias sorpresas. Unas agradables y otras no tanto. Concita la atención que el año cinematográfico comience con dos biografías de personas a reivindicar. La película británica "The Imitation of Game", protagonizada por Benedict Cumberbatch ("Sherlock"), es un "biopic" sobre el matemático Alan Turing, que descifró los códigos secretos del gobierno de Hitler contenidos en la máquina Enigma, lo cual determinó el devenir de la Segunda Guerra Mundial en favor de los aliados. Por su parte, el cineasta polaco Andrzj Wajda recupera la memoria de Lech Walesa, Premio Nobel de la Paz, que luchó contra el gobierno de su país para derribar el comunismo.

Jeff Bridges y Julianne Moore encabezan el reparto de "El séptimo hijo", una cinta británica que se adentra en el género fantástico y en el mundo de la magia. "El jugador" es un thriller, protagonizado por el circunspecto Mark Wahlberg, en el que encarna a un profesor que adeuda 40.000 dólares a la mafia. El filme ruso "Leviatán" es un sólido drama en el que una familia ve peligrar su hogar por la decisión de un alcalde. Mejor guion en el último Festival de Cannes. "Frío en julio" promete una trama de violencia y corrupción. Viene con el marchamo de haber participado en Sundance y está protagonizad por Michael C. Hall, Don Johnson y Sam Shepard.

Álex de la Iglesia sucumbe al dinero y dirige "Messi", un documental que gravita sobre el astro argentino. Los que quieran ver una comedia descerebrada sobre un canguro ineficaz pueden ver "Se nos fue de las manos". Y los que quieran fantasear con liquidar al cafre de su jefe pueden dejar volar su macabra imaginación con "Cómo acabar sin tu jefe 2".