La apertura de la impecable tienda del diseñador Lucas Balboa el pasado martes, en el mítico numero 23 de la avenida Veinticinco de Julio, en Santa cruz de Tenerife, ha puesto, una vez más, la moda masculina como tema de conversación entre profesionales y entusiastas de la moda en nuestra isla. Después de muchos años en segundo plano, la moda masculina vuelve a ocupar un lugar de importancia en el mercado. Por fin, los hombres vuelven a encontrar el gusto en vestirse bien y cuidar su apariencia al detalle. Mirando a nuestro alrededor, no hay duda que la moda masculina vuelve a estar de moda.

En estas conversaciones entre amigos me he dado cuenta de que no todos tenemos claro lo que realmente representa la moda masculina y su historia en nuestra civilización. Lo que estamos viendo no es el nacimiento de la moda masculina, sino que su renacimiento. Un hombre tan o más implicado en su aspecto físico que las mujeres no es, para nada, una novedad en nuestra sociedad. Si miramos un poco hacia atrás, nos daremos cuenta de que la moda masculina siempre fue mucho más contundente y rebuscada que la femenina. Los hombres fueron los primeros en utilizar una profusión de accesorios para completar sus atuendos, así como piezas hoy consideradas estrictamente femeninas, como los tacones.

Desde 1520 hasta 1560, el contable alemán Matthaeus Schwarz, documentó su "Dress Code" en un compendio que es considerado por muchos historiadores como el primer libro de moda de la historia. Sí, el primer libro de moda de la historia, es de moda masculina. El filósofo y sociólogo francés Gilles Lipovetsky, lectura obligatoria a todos los que quieran "pensar" moda, ve la moda como el motor de la modernidad occidental desde la Edad Media, pero el libro de Schwarz nos demuestra que la moda ha sido una fuerza histórica importante desde mucho antes. Y, no olvidemos, seguimos hablando de la moda masculina.

Una revolución en el pensamiento contemporáneo sobre la moda, nadie podría imaginar que el primer libro de historia de la moda podría haber sido escrito por un contable. Pero así es. Cual un "blogger" moderno, Schwarz creó un extraordinario trabajo, llevado a cabo durante 40 años, en los que registró, en detalle, lo que llevaba.

Interesado en la ropa desde una edad muy joven, Schwarz comenzó a crear acuarelas de sí mismo a la edad de 23 años y continuó su trabajo hasta que cumplió 63. No existe ningún otro registro pictórico como este, según los expertos. El "Schwarz Book of Clothes" además, tiene un toque moderno, innovador y hasta revolucionario. En él encontramos dos imágenes en las que el alemán aparece desnudo, de frente y de espaldas. En una época de transición entre la Edad Media y la Moderna, en que el desnudo era visto apenas en escenas bíblicas o clásicas.

Como un simple mortal, Schwarz se retrató por la curiosidad de ser visto "sin ropa" y sin ningún artificio. Sus retratos exhibían, al contrario de las imágenes idealizadas de la época, imágenes reales y en sus registros habla abiertamente de su peso, de sus dietas para mantenerse en forma para lucir sus trajes, así como de cómo sentía que envejecía.

El libro nunca ha sido publicado y era exhibido por su creador a sus amigos más íntimos. En la actualidad es parte del acervo de un pequeño museo en la ciudad de Braunschweig, en el norte de Alemania. Aunque conocido desde hace mucho tiempo, el libro siempre fue pasado por alto por los historiadores, que no han valorado el trabajo histórico creado por Schwarz, considerándolo como una curiosidad. Eso ha cambiado cuando una reconocida catedrática de Historia Europea de la Universidad de Cambridge, lo "redescubrió" en 2013 e, inmediatamente, entendió su valor. La doctora Ulinka Rublack considera que el contable no fue apenas un innovador, sino que amplió las fronteras de su tiempo desafiando las normas de conducta, ya que, también en aquel período, ser "fashion" era un privilegio de las altas camadas de la sociedad. Para muchos estudiosos sin prejuicios, que entienden la importancia de la moda en la historia, como la doctora Rublack, el libro de Schwarz plantea una nueva visión en los dogmas académicos de entendimiento, reflexión y lectura de la moda entre los siglos XVIII y XX. Después de tanto tiempo, vivimos, finalmente, la vuelta de la moda masculina.