Distinguir el bien del mal y el respeto de la naturaleza son algunos de los valores que encierra el montaje "El libro de la selva" que la compañía valenciana Tempus Producciones presentará los próximos días 7 y 8 de febrero, en el teatro Guimerá de Santa Cruz, donde se ofrecerán un total de cinco funciones.

Este espectáculo familiar, basado en la obra del Premio Nobel de Literatura Rudyard Kipling, está dirigido por Mario Sanchis Ciscar, autor de otros musicales como "Pinocho, un cuento musical" y "Cenicienta, el musical", narra la historia de un niño criado en la selva junto a sus amigos los animales y la sabia voz de la naturaleza personificada en un árbol centenario, que ayudan al protagonista a apreciar los valores de la naturaleza, además de aprender a conocer mejor el planeta, cuidarlo y respetarlo.

Este musical que adapta al mundo de la escena el cuento escrito por el poeta y novelista británico nacido en la India en el año 1875, pretende combinar en una misma historia "los ingredientes tradicionales del mejor teatro familiar con los más recientes recursos del espectáculo escénico", aseguran sus promotores.

La obra, que tiene una duración de poco más de una hora, propone un viaje fantástico lleno de música, juegos, risas y aventuras. Todo ello envuelto en un vestuario y una escenografía llena de color y volúmenes que escapan a los planteamientos tradicionales, con transformaciones, proyecciones, marionetas e ilusionismo, acompañados por canciones que invitan a ser tarareadas.

La propuesta de Tempus Producciones, ambientada en la selva india, presenta a un Mowgli algo travieso, a un Baloo un poco torpe y a una Bagheera severa, pero llena de ternura, y a unos malvados de lo más cómicos. Estos personajes cantarán, bailarán y vivirán un sin fin de aventuras.

"El libro de la selva" cuenta la leyenda que hace muchos años, en una región de la India a penas tocada por la mano del hombre, un malvado tigre conocido por todos como Shere Khan robó el bebé de unos pobres campesinos y se adentró con él en la oscuridad de la selva (...).