Miembros de la asociación Antxieta Jakintza han descubierto, el pasado 15 de diciembre, pinturas rupestres de más de 18.000 años en la cueva Danbolinzulo de Zestoa (Guipúzcoa).

En una rueda de prensa en San Sebastián, la diputada foral de Cultura, Juventud y Deporte, Ikerne Badiola, ha explicado que el descubrimiento tuvo lugar durante una exploración de la cavidad y ha destacado que estas pinturas, con al menos cinco figuras de ciervos y cabras, sitúan al País Vasco "como un territorio clave para estudiar el origen del simbolismo y del arte, y comprender la movilidad e interacciones humanas durante el Paleolítico superior".

La diputada foral ha subrayado que se trata de "un hallazgo de gran importancia arqueológica especial", porque "hay al menos cinco animales que se pueden reconocer y según las primeras hipótesis tendrían más de 18.000 años".

Todas las figuras han sido realizadas en color rojo (óxido de hierro), reconociéndose en algunas de ellas el trazado punteado (mediante pequeños puntos realizados con el dedo o con un tampón). La mayor parte son figuras de trazado sumario, centrado en la delimitación de los contornos, si bien una de ellas (cierva), presenta todo su interior relleno en color rojo (tinta plana).

MAS ANTIGÜEDAD

Badiola ha indicado que las figuras rupestres de Danbolinzulo muestran similitudes con otras cavidades de la Región Cantábrica y su antigüedad "pudiera ser retrasada hasta hace unos 33.000 años".

El experto arqueólogo Marcos García ha asegurado que "no cabe ninguna duda sobre la autenticidad del hallazgo". Este es el sexto descubrimiento de arte rupestre en Guipúzcoa (Altxerri, Ekain, Praileaitz, Astigarraga y Aitzbitarte). El estado de conservación sin embargo no es tan buena como en otros casos, y por ello, no se puede equiparar con Altxerri o el Santuario de Ekain.