Le corresponde interpretar una "partitura" compleja, "armonizar" diferentes sensibilidades y conseguir "empastar" cada año un programa que mantenga el tono.

Candelaria Rodríguez-Afonso, musicóloga canaria con 18 años de residencia en Viena, 5 en Roma y uno en Madrid. En 2009 asumió la dirección del Festival de Música de Canarias y desde entonces se ha marcado como "melodía" de fondo el propósito de que esta cita "sobreviva a pesar de la crisis" y lo hace a ritmo de "allegro", como parte de una actitud vital.

Cuando solo se han dado los primeros compases, la responsable del festival sostiene que en esta edición los fundamentos de la programación se han centrado en "una selección de tipo gourmet". Así, frente a quienes critican la nómina de intérpretes y conjuntos, Candelaria Rodríguez responde con un "recitativo" muy claro: "Sé muy bien lo que estoy trayendo".

A propósito, recuerda las voces que se alzaron el año pasado cuestionando la presencia de la Sinfónica de Chicago bajo la batuta de Muti y que, ahora, elevan el tono por lo que entienden representa la ausencia de grandes orquestas.

Ya finalizados los "movimientos" de esta particular "sinfonía", Candelaria subraya cómo al regresar a Estados Unidos, el director Ricardo Muti manifestó que "había estado en Canarias, en uno de los festivales de mayor prestigio".

Y es que, tocando de oído, relevantes orquestas norteamericanas ya se han puesto en contacto con el festival ofreciéndose para participar en próximas ediciones. Canarias suena.

No obstante, Candelaria también entona con realismo que "los recortes en el presupuesto -fijado para esta edición en 1,3 millones de euros frente a los 3 de épocas de bonanza- reducen las posibilidades. Por tanto, en la programación figuran menos obras de periodos que requieren formaciones con muchos miembros y hasta refuerzos, lo que lleva aparejado un incremento en los gastos de contratación, en traslados, alojamientos...", que ni son asumibles ni recomendables.

Pero la musicóloga insiste en un argumento clave: "La calidad no tiene que ver con la cantidad", al tiempo que destacaba la apuesta por jóvenes talentos o excelentes ensambles. Y si bien en algunos foros se ha criticado la falta de estrenos este año, sale presta a rebatirlo. "Ahí esta Penderecki, que dirigirá a la Orquesta Sinfónica de Tenerife (OST) en el estreno mundial de "Warum? Wozu? Wodurch?" (¿Por qué? ¿Para qué? ¿Qué?), de Sofía Gubaidulina, una de las compositoras más emblemáticas de la vanguardia", precisa, al tiempo que se refiere a la Britten Sinfonía, "con solistas de primer orden junto al Coro Nacional de España"; una "eminencia" a la batuta como Trevor Pinnock o Maria João Pires, de las mejores pianistas del mundo; la Filarmónica de San Petersburgo con Yuri Temirkanov...

Tampoco se detiene demasiado ante quienes reclaman "una mayor presencia de la música contemporánea" y, aceptando la crítica, se pregunta cuántas orquestas interpretan estos repertorios.

Aunque por el festival ya ha pasado "la plana mayor", a Candelaria Rodríguez le gustaría que volviera el director Daniel Barenboim y, sobre todo, sueña con montar "una gran gala lírica" y reunir sobre el escenario a las grandes voces canarias que suenan por todo el mundo. Y mientras, destaca la continuidad del Joven Festival, el momento en el que la música vuelve a sonar como el arte que es.