Cuando descendió por las escalerillas del avión, la primera impresión le llegó en forma de un abrazo de aire cálido y denso, ese particular aliento africano que parece cubrirlo todo.

David Olivera (Santa Cruz de Tenerife, 1972) desembarcaba en 2010 en Dakar, la capital senegalesa, como integrante de una expedición de empresarios tinerfeños y con el encargo de plasmar, a través de su cámara, las jornadas y encuentros de trabajo del grupo durante su estancia de carácter comercial en el país.

Hasta entonces, explica, había vivido experiencias en aquel continente, concretamente en Marruecos, el Sahara y Argelia, pero por primera vez se encontraba directamente con el África negra.

Y aunque asegura que "cuando inicié el viaje no me planteaba recoger imágenes más allá de las encargadas", reconoce que le pudo su espíritu observador y no se lo pensó; desde el primer día decidió lanzarse a la calle, acompañado únicamente con su cámara, y descubrir ese mundo exótico, cuajado "de sensaciones y emociones", abierto a sus ojos curiosos.

De ahí que la exposición se haya titulado "Dakar, un viaje imprevisto", como producto del impulso y no de algo preconcebido.

David relata que sumergido en la vorágine de "captar todo lo que sucedía" iba acumulando la enorme vitalidad de unas gentes que "no paraban de caminar, de aquí para allá, y también de sonreír; la calle es su espacio", y también cómo por su condición de europeo lo señalaban y saludaban allí por donde iba. "Nuca tuve sensación de inseguridad", afirma.

"En una playa me acerqué a un grupo de jóvenes que estaban practicando lucha senegalesa y aunque en un primer momento mostraron cierto rechazo hasta acabé agarrado con ellos", explica.

Por su condición de fotógrafo artístico, la primera muestra de imágenes que expuso al público, bajo el nombre de "Cruzar Dakar", se centraba en destacar "los rostros, las texturas, los colores...".

Y fue al revisar el material cuando repasando las imágenes descubrió "otra lectura, más social", la que ahora, con 14 trabajos de gran formato y hasta 206 pequeñas fotos, permanece abierta al público en la planta alta del exconvento de Santo Domingo (La Laguna) hasta el 21 de febrero y con entrada gratuita. Además, se ha editado también un libro elaborado por el propio autor.

David Olivera afirma haber constatado que "tanto Senegal como otros países de la costa occidental del África negra son unos desconocidos para la sociedad canaria", a pesar de su cercanía con el Archipiélago, "y reclama que sean los europeos quienes viajen hacia ese continente. "Estamos desaprovechando la ocasión de acercarnos a una tierra que ofrece enormes posibilidades".

Fotógrafo y director de fotografía ha desarrollado sus últimos trabajos en el continente africano, destacando su labor como director de fotografía del documental "El país de los hombres azules, 35 años después", de Ríos TV, rodado en Argelia, Marruecos, Sáhara Occidental y Canarias.

David Olivera ganó en 2008 el Premio a la Creación Artística en la modalidad de Artes Plásticas, por su proyecto fotográfico "El pueblo olvidado". Además, es fundador de la productora New Logic Cine con sede en Santa Mónica, California (EEUU), y director del proyecto Zero Memory Archive presentando la exposición y edición del libro "Madagascar 1906".

En su bagaje, más de 40 exposiciones en salas de España y el extranjero, y entre sus proyectos inmediatos la cita de Fotonoviembre, con sorpresa.