Francisco Alonso Siliuto (Santa Cruz de Tenerife, 1931) "rebobina" en el tiempo y, a fuerza de tirar de memoria, recuerda cómo descubrió la magia del cine, de la imagen animada. Ese particular encuentro tuvo lugar en el año 40 del siglo pasado, cuando recibió como premio por un belén un Cine Nic.

Este aparato, creado en 1931, se basaba en los principios de la linterna mágica y lo cierto es que alcanzó una enorme difusión entre los niños de varias generaciones. Su funcionamiento resultaba muy simple, al tiempo que ingenioso: una cinta de papel contenía dos imágenes distintas, una arriba y otra abajo, que se proyectaban de manera que un obturador alternaba la visión (fotografía al pie). "De esta manera se lograba una precaria ilusión de movimiento, basado solo en dos imágenes que se proyectaban alternativamente", explica Siliuto.

La óptica la integraban dos simples lentes que mostraban la parte inferior y superior de la película , mientras el punto de enfoque se buscaba alejando o acercando el proyector de la pared o de la pantalla donde se proyectaba la secuencia de imágenes.

Con este descubrimiento, y en compañía de un amigo de la infancia, Siliuto terminó creando sus propias historias "a partir de dibujos", atrapado desde entonces a esa acción inacabable que representa la pasión por el cine.

Como cualquier investigador, este octogenario recuerda que, superada esta fase inicial, se hizo con un proyector de más envergadura: "Un tío mío tenía un aparato de 35 mm y se me ocurrió ir a casa de Doña, persona ligada al cine, que me prestó el trailer de una película". Pero la mala fortuna provocó que durante la proyección el celuloide se incendiara y se quemara el rollo. A partir de aquel momento, Siliuto puso momentáneamente el rótulo "The End".

Y tras un largo fundido en negro, este singular santacrucero relata que "pasado el tiempo en una fundición de los Quintana reparé en un artilugio de metal con unos objetivos. Al preguntar me explicaron que se trataba de una cámara de cine de 8 mm. La había traído en un petrolero desde Estados Unidos y pedí que me consiguieran uno". Y ahí empezó la película del Siliuto cineasta.

"Me compré el manual del cineasta amateur y monté mi primera película", titulada "Mi casa y mi abuela". En ella, explica, "la acción era continuada, sin cortes, con todas las escenas ya previstas y un plano a continuación del otro. Una película con su argumento, sin voz ni música, claro". Y es que, a su juicio, "el cine es imagen".

En su particular "película", Siliuto se detiene en una escena fundamental: el nacimiento de una asociación de cineastas en el Círculo de Bellas Artes. "Entre otros, la integraban los hermanos Ríos, Antonio Casanova, Farizo, Ormazábal, etc.", explica.

La primera película que Siliuto proyectó públicamente tiene fecha de 1970, con ocasión de un concurso convocado por la Caja de Ahorros en la Caja de Ahorros y bajo el título "Arquitectura tradicional canaria", ya "con un trabajo de composición y montaje". A continuación se sucedieron los documentales de contenido costumbrista y ese patrimonio de un tiempo en imágenes ha decidido colgarlo en youtube.

Ahí se pueden encontrar títulos como "El zurrón del gofio", "Operación vela" o "Moribundia", crítica poética sobre el estado del Charco de San Ginés, en Lanzarote.

También se puede visionar, desde el primer hasta el último minuto la obra del puente de Los Tilos, en La Palma; la historia del castillo de San Cristóbal; una cronología del muelle sur de Santa Cruz; "Testamento Biológico", inspirado en un artículo del médico Enrique González; "Desolación en la necrópolis", sobre el mal estado del cementerio de San Rafael y San Roque, o "Festival aéreo", entre otros.

La serie "Retazos" la componen "imágenes que he montado hace poco, como la inauguración de la Basílica de Candelaria; la romería de San Benito, etc.", explica.

Ahora, este octogenario está afanado en descubrir la plaza de La Candelaria, con una cinta titulada "Una histórica plaza", la historia anterior a la implantación de los edificios modernos. Su propia vida en imágenes.

Desde documentales costumbristas a pequeños retazos, este singular octogenario ha captado desde 1957 una valiosa realidad gráfica que ahora se puede disfrutar por internet a través de youtube.

Francisco Alonso Siliuto

OCTOGENARIO CINEASTA