Carmen Thyssen-Bornemisza y el ministerio de Educación, Cultura y Deporte han acordado, dentro de la "más absoluta normalidad institucional", demorar hasta el mes de mayo el inicio de las conversaciones sobre el futuro de su colección privada, que se exhibe en el Museo Thyssen-Bornemisza.

Cada año, alrededor del mes de febrero, la baronesa suscribe con Cultura la renovación por un año de la cesión gratuita al Estado de su colección privada, compuesta por 460 obras, de las que 240 se exhiben en el museo junto a la del barón Thyssen.

El año que ha concluido es el tercero consecutivo de una cesión gratuita que se une al periodo de doce años desde que se firmó la primera concesión para que la colección privada de Carmen Thyssen se exhibiera en el museo madrileño.

La baronesa rechazó a finales de 2010 una oferta del anterior Ministerio de Cultura, dirigido por Ángeles González-Sinde, para alquilar su colección durante dos años por una cantidad fijada en base al cálculo que se estableció para el alquiler de la colección del barón Thyssen antes de que fuera comprada por el Estado en 1993.

En julio del pasado año, y ante su necesidad de "conseguir liquidez", Carmen Thyssen vendió en una subasta celebrada en Londres, por 27,89 millones de euros, el cuadro "La esclusa" ("The lock") de John Constable, una de las joyas de su colección privada.

Según los términos del acuerdo de préstamo, la baronesa tiene derecho a vender un 10 por ciento del valor total de la colección, fijado en 800 millones de euros, y la venta del Constable supuso menos del 5 por ciento.

La baronesa ha manifestado recientemente su deseo de mantener la colección en Madrid y llevar parte a Barcelona para instalarla en un museo propio aunque sobre esa posibilidad aún no hay nada en concreto.

Las 240 obras de la colección Carmen Thyssen-Bornemisza que se exhiben en el museo, unidas a la colección del barón Thyssen que el Estado Español compró en 1993, permiten hacer un recorrido por la historia de la pintura europea desde sus inicios en el siglo XIII, hasta las postrimerías del siglo XX.

La Colección Carmen Thyssen-Bornemisza surgió como una continuación de la Colección Thyssen-Bornemisza iniciada por el padre del barón a comienzos del siglo XX.

Sin embargo, el origen de la Colección de la baronesa se sitúa a mediados de los años ochenta, cuando el barón Hans Heinrich formalizó un acuerdo con sus hijos para evitar la dispersión de la colección de su padre que él había ido aumentando.

El núcleo principal del conjunto de la baronesa en Madrid es la pintura holandesa del siglo XVII, el vedutismo del siglo XVIII, el paisajismo naturalista del XIX, tanto francés como norteamericano, el impresionismo, el postimpresionismo y las primeras vanguardias del siglo XX, con especial énfasis en el expresionismo alemán.