Las tareas de ajardinamiento de una de las áreas de expansión del casco urbano de Porcuna (Jaén) han sacado a la luz restos del anfiteatro del Municipium Pontificiensis Obulco, denominación que esta localidad recibía en la época romana y que fue uno de los más grandes y monumentales de Andalucía.

Según ha explicado el arqueólogo Pablo Casado, el anfiteatro sería anterior al Coliseo de Roma y podría datar de la primera mitad del siglo I.

Los restos descubiertos son una sección de varias decenas de metros de la fachada sur del edificio de espectáculos, las estructuras de los muros, de sillería almohadillada, que configuran un lateral elíptico donde se alternan los pilares y vanos de la fachada.

Los restos evidencian una mínima parte del conjunto que se encuentra bajo las construcciones actuales, donde hay zonas perdidas por expolios cometidos en los últimos cinco siglos.

Por las magnitudes y geometría de los restos hallados, se trataría de un edificio que supera ampliamente el centenar de metros en el lado mayor de la elipse, con lo que se sitúa entre los de mayores dimensiones del Imperio, con un aforo que podría ser de más de diez mil espectadores.

La intervención arqueológica la está llevando a cabo el Grupo de Arqueólogos e Investigadores de la Historia de Porcuna (Arovipo), que trabaja desde 2002 en la ubicación exacta del edificio, siguiendo la pista de una cita del anticuario Juan Fernández Franco en el siglo XVI, rescatada en una publicación científica del profesor Gozalbes Cravioto en el año 2000.

Los investigadores explican que existen restos conocidos de 18 anfiteatros en Hispania, siete de ellos en Andalucía y, concretamente, seis en la antigua provincia romana de Hispania Ulterior Baetica (aunque hay noticias dudosas de alguno más), de entre los cuales este de Porcuna fue de los más grandes y monumentales.

El grupo trabaja ahora en un proyecto de conservación de los restos y una publicación monográfica sobre los mismos, mientras estudian nuevas intervenciones que permitan un conocimiento más exhaustivo del monumento.

Porcuna, una localidad de unos 7.000 habitantes, está situada sobre un cerro amesetado que domina el valle medio del río Salado.

En época ibera fue Ibolca, capital de los túrdulos, cuya aristocracia dirigente se ve reflejada en el importante conjunto escultórico descubierto en la necrópolis de Cerrillo Blanco, una importancia que no perdió en época romana, cuyos restos lo reflejan, hasta que la reforma de Augusto traslada la capitalidad a las ciudades comunicadas por ríos, como Córdoba.