La habíamos escuchado este disco a través de las plataformas digitales tipo Spotify. Sin embargo, nuestro afán de reseñar discos editados físicamente en Canarias nos ha obligado a hacernos con él.

Se trata del primer trabajo de Julio Pacheco en orquestación, y vaya orquesta que ha seleccionado. Resaltamos las labores en los metales de experimentados saxos, trombones y trompetistas como Eduardo Naranjo, Echedey Angulo, Orlando González o Marcos Pulido, respectivamente. Seducción total en un disco con encanto, con sabor a hechizo. La batería se ve reforzada por las congas de Samuel Medina, pero es del batería de quien queremos hablar. Javier Montero es un aclamado músico de Gran Canaria, del que hemos sabido más en las últimas décadas por sus trabajos en los Estados Unidos. Uno de los pocos profesionales de la batería en Canarias que continúan experimentando y aportando nuevos materiales de estudio sobre un instrumento esencial en nuestras vidas, ya no solo en la música. Javier Montero lo conocimos por los discos que llegó a grabar con bandas como N.D.E. o los punks Psicosis Crítica en la década de los 80. Con la presentación en 2007 del disco de estos últimos en Tenerife, recordamos unas declaraciones donde este músico de Conservatorio reconocía lo difícil que resultaba a veces, para un músico profesional que acompaña a quien lo reclama, regresar a sus inicios. Comentaba que era un proceso de "des-aprendizaje" donde no se trataba de tocar mal, sino de recuperar el "feeling" primigenio. es así que junto a esta sección de vientos, percusión, el sólido bajo de Rafael López y el preciso y preciosista piano de Kevin Murray nos ofrece una lluvia de guitarras el director de la orquesta, el compositor de la obra, el canario-venezolano Julio Pacheco.

Julio Pacheco en los años 80 estaba totalmente inmerso en el postpunk de la capital venezolana con su banda El Enano de la Catedral. Bandas donde por entonces se daba primordial importancia a los textos oscuros. con quienes llegó a realizar un cover de la banda canaria Imagen Sagrada. a establecido en Gran Canaria desde principios de los años 90 supimos de su apuesta con un trío diferente, Sex & Violence se llamaron, donde el folk era su fuerte. Desde entonces le habíamos perdido la pista, pero confiábamos recuperarlo para la música en las islas y lo que menos esperábamos es que lo hiciera con banda incluida.

Siete canciones, una obra completa, donde "Don''t call me darling" abre un trabajo condenado a llevarse al directo. Puro jazz y funk en dosis concentradas. Sonido Nueva Orleans añejo con composiciones arriesgadas como las de aquellos pioneros del jazz en los Estados Unidos entre los que se encontraban canarios, concretamente de la isla de La Palma. Música instrumental, no hay textos, pero en ella los silencios ocupan un lugar importante en el que nuestra mente construye historias, inventa situaciones. Un disco que podría ser la banda sonora de una película, en blanco y negro, mucho negro por supuesto. La canción "Single Span" es digna de recrear en tu mente escenas muy recurrentes mientras tus oídos perciben una instrumentación que roza la perfección.

Muchos de los músicos del presente disco son miembros del Conservatorio y de la Gran Canaria Big Band. Pero lo cierto es que parece que más que grabado en los Doc Studios por David O''Connor nos encontremos nosotros mismos en el estudio. Trabajo muy logrado, recomendado para los amantes de la buena música. Un disco que acompaña como cualquier buen disco de jazz, y anima a bailar como cualquier gran disco de funk. La instrumentación está muy lograda, pero recalcamos la labor compositora en unas canciones que han nacido para quedarse. "Donde viven los riffs" y "Vacaciones en el mal" son de esas canciones que piensas que deben haberse creado 50 años antes. Este disco se presenta en Las Palmas en el Paper Club. Local de amplia capacidad en el que será un deleite disfrutar del recomendable espectáculo de "Vientos from Suburbia".

* Presidente de la Asociación Cultural del Disco Canario