David Bisbal pisó el freno en La Laguna. Su exitosa gira "Tú y yo" despidió un nuevo capítulo el pasado sábado en el Pabellón Santiago Martín de Los Majuelos. El almeriense se ganó al público -con cinco mil espectadores en el recinto- antes de que hiciera acto de presencia en el escenario: el Bisbal 2.0. abrió todos sus canales en las redes sociales para generar un atasco cibernético tan doloroso como el que se ha ocasionado en las últimas horas en la TF-1 por efecto de unas labores de parcheo.

El almeriense marca los tiempos de sus conciertos con habilidad: se lanza al ruedo con "Tú y yo", aumenta la temperatura de las gradas con "Ave María" y, cuando los presentes ya le han dado todo su crédito, él comienza a desenfundar temas que se mueven en un registro completamente opuesto al que mostró hace una década y media cuando se graduó en la academia de "Operación Triunfo".

Unas cuantas baladas de nueva creación, ritmos con un marcado acento brasileño, sonidos que recuerdan a la vieja Habana... El Bisbal que estuvo el sábado en Aguere ha ampliado su radio de acción para captar clientes de aquí y de allí. Él sabe lo que gusta por estas coordenadas y lo explotó al máximo durante su actuación, es decir, que lo de "mi niño" no fue casual. Tampoco lo de abrir un diálogo entre el artista y la audiencia: habló de la espera que se creó después de la cancelación de Adeje, de lo estratégico que resulta parar en el Archipiélago en cada gira, de la gente que le sigue desde que sus rizos se desordenaban bajo los acordes de "Corazón Latino".

Lógicamente este Bisbal es distinto a aquel otro que daba más vueltas que un trompo en cada uno de sus conciertos, pero eso forma parte de la estrategia de "Tú y yo", un disco más reflexivo.

Con viento a favor, el que aporta una grada rendida al artista antes de que este desenfundara el primer tema, todo es más fácil. A partir de ese dato Bisbal se hizo hipnótico y "mesiánico".

En ocasiones se echa en falta una base más instrumental. No es que no exista -creo que son siete músicos-, pero hay canciones que lucirían mucho más con otros ingredientes sonoros. "Tú y yo" es un "show" muy guitarrero; un espectáculo al que dan forma el David Bisbal virtual que coquetea en una gran pantalla y el David Bisbal que descarga canciones sin parar. Sigue siendo un tipo que lo da todo en la tarima -lo de juzgar su fórmula lo dejo para sus acérrimas o detractores-, pero sí que hay una distancia sideral con aquel chico que trepaba por el mástil de una bandera cuando había que hacer méritos: él sabe que su carrera está encaminada y, por lo tanto, ahora toca cuidar lo que ya está ganado.

Teniendo en cuenta que el concierto empezó con 19 minutos de retraso, las pausas y las charlas, David Bisbal se vació durante algo más de una hora. Luego, se despidió con la certeza de que los que habían pagado le harían volver. No fue necesario que sonara aquello de "Eso sí que es un pedazo de artista..." (que, creí distinguir entre la cuarta y quinta canción de la noche), pero el músico acabó regresando para tirar de su repertorio más popular...

Fue una noche de contrastes; una velada donde hubo más baladas de lo esperado, pero en la que también se distinguieron algunos reflejos tecnos, una pizca de rap e incluso unas influencias árabes. David Bisbal cumplió su promesa y apareció por Tenerife con "Tú y yo".

¡¡¡Siempre contigo!!!

La "bisbalmanía" sigue activa. Las redes sociales son un filón, pero el cara a cara es una apuesta segura. Tenerife celebró el regreso de David Bisbal. /M.S.