En unos días se enfrenta a una de las audiencias más exigentes que conoce; un público que pide que lo sorprendan de principio a fin. Y es que a pesar de estar en una ópera de cuento, Isabel Cañada, una de las protagonistas de "Hansel y Gretel", es consciente del reto que supone interpretar -cantar y actuar- delante de un patio de butacas sediento de curiosidad. "El reto no solo es entretener, sino que se queden con ganas de volver... Ese primer contacto no debe ser demasiado brusco", dice sobre la adaptación del famoso relato de los hermanos Grimm.

¿Qué sensaciones le transmite su segundo reto profesional en el Auditorio de Tenerife?

Este es un proyecto bien construido porque la audiencia que se gane hoy puede llegar a convertirse en el público de mañana. En ese sentido, es importante introducir el lenguaje operístico en la rutina de los más pequeños; que no la vean como algo excepcional que está lejos de su realidad.

¿Cómo resumiría las exigencias de esta audiencia?

A la hora de preparar un papel no hago una distinción en función del público para el que voy a trabajar, pero es cierto que los niños te piden que les sorprendas constantemente, es decir, que en el escenario haya mucho movimiento y colores. En ese sentido, este es uno de los públicos más exigentes a los que te puedes enfrentar.

Por sus comentarios entiendo que usted es una defensora de este tipo de actividades, ¿no?

De estas y de todas las que estén dirigidas a promover la cultura... Creo que apostar por un público joven garantiza una estabilidad cultural.

¿Qué más se puede hacer para que la ópera no se vea como algo tan distante?

No es un secreto que hasta hace poco a los cantantes de ópera se les veía como seres especiales que en muchas ocasiones tenían una apariencia que les hacía casi intocables, pero estamos consiguiendo que la ópera se vea con naturalidad; hemos roto un viejo mito... Muchos creían que esto era para personas grandotas que cantaban cosas que no se entendían.

¿Usted es el mejor ejemplo de que las cosas han cambiado?

Sí... Muy grande no soy; más bien todo lo contrario (ríe). Es importante ir derribando esas barreras que se instalaron entre la sociedad y el mundo de la ópera. Desmitificar el género no ha sido una tarea sencilla pero, poco a poco, estamos siendo testigos de experiencias como las que se van a vivir dentro de unos días en el Auditorio de Tenerife.

¿Qué destacaría de su papel?

Trabajar un personaje como el de Gretel y ponerme en la piel del público que viene al teatro es una experiencia emocionante: la sensación de ser un niño que hace ópera para niños tiene momentos mágicos. Profesionalmente este es otro papel que me hace crecer como artista, pero es imposible desligarte de las vivencias que crecen a tu alrededor.

¿Cuáles son sus objetivos en el mundo de la ópera?

Esto es una carrera de fondo y no hay que correr, sino marcar muy bien los pasos que vas dando... En cuanto termine con "Hansel y Gretel" voy a continuar vinculada con ópera de estudio para aprovechar todas las oportunidades que vengan.

¿Cuesta dar el salto al grado superior?

Competencia hay en todas las profesiones. Esto es como todo; si quieres ser el mejor tienes que trabajar duro todos los días. Lo más importante es no desanimarse en el momento que no salen las cosas como uno quiere. La clave es estar en el lugar adecuado cuando aparezca la oportunidad que esperas, pero si no has trabajado para defenderla no saldrá bien.

Una ópera diseñada para toda la familia

Una ópera de cuento. Esta es la realidad sobre la que madura la puesta en escena de "Hansel y Gretel", el título que se representará en la Sala Sinfónica del Auditorio de Tenerife el 10 y 12 de abril. El Cabildo de Tenerife y el Área Educativa del Auditorio de Tenerife son los impulsores del espectáculo que se presentó ayer. "Hemos creado un equipo joven y sólido con artistas que llevan tiempo colaborando con nosotros en otros proyectos", aseguró Cristóbal de la Rosa, consejero de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife, de una propuesta operística cuya dirección musical ha desarrollado Alessandro Palumbo, que en su segunda experiencia al frente de la Orquesta Sinfónica de Tenerife ha contado con el asesoramiento de Stefania Panighini en matería de escenografía. Leo Martínez es el autor de los diseños que lucirán Silvia Zorita (Hansel); Isabel Cañada Luna (Gretel); María José Torres (Gertrud); David Astorga (La bruja) y Judith Pezoa (El hombre arena).