Lo contesta todo y lo hace con agilidad y convicción. Critica lo ocurrido en España con la cultura y la música en concreto y no esconde su visión de la política y la corrupción que casi lo inunda todo. Víctor Pablo Pérez tiene una vinculación eterna y muy profunda con Tenerife. Aquí lo refleja y censura que "algunos políticos sigan viendo la cultura como un gasto".

¿Pasa mucho tiempo en Tenerife o solo el que puede?

El que puedo; ya me gustaría pasar más. Mantengo mi casa de Santa Cruz y la residencia...

O sea, que votará aquí...

Sí...

¿A quién?

Sinceramente, no sé a quién, aunque siempre he votado socialista...

De hecho, en 1993, ya con corrupción y GAL, firmó un manifiesto en favor de González: ¿Se arrepintió, le pasó factura luego...?

Ni me arrepentí ni me pasó factura. Ahora, la verdad, no sé...

¿Está desconcertado?

No, pues tengo las ideas claras y sé lo que hay en cada partido...

¿También en los nuevos?

Sí. Por el momento, hay indefinición sobre el futuro, menos unas ideas magníficas y un análisis bastante bueno de la realidad...

No hay un proyecto de país...

Ni de país ni de partido, siquiera...

¿Concebía el bipartidismo como algo necesario, un mal menor?

Sí, pero también es bueno que se hable y pacte más. No imponer nada, sino ir a la vía de la inducción. La cuestión es cómo se posicionarán los nuevos, pues los viejos ya sabemos cómo andan.

¿Cómo ve lo de Rato (la charla es el viernes): es la caída de un mito, de una forma de ver la vida...?

El PP debería estar muy preocupado. Es la caída de un Dios...

Su padre fue encarcelado en 1967 por evasión fiscal: ¿de tal palo...?

No sé si es el caso, pero estas cosas a veces se llevan en el ADN. Pudo llegar a ser presidente y no sé qué pasó. Luego, parece que el FMI está gafado: todos caen...

¿Su presentación como el hombre milagro esconde, en realidad, la burbuja y una economía de barro por la ley del suelo de 1998?

Esa ley provoca toda la burbuja. Sin ella, las cosas hubieran ido por otro camino distinto. Se supone que Rato hizo cosas buenas, pero alguien puede ser bueno en una cosa y malo en otras. Ahora, tendrá que explicar muy bien esto...

Es una gran metáfora de esa España de la corrupción, la prisa por hacerse rico, el cinismo.

Es el ejemplo más contundente, aunque hay otros, como Blesa. A ver qué pasa con ellos. Lo importante es que la justicia ha empezado a tomar decisiones. Esto es positivo y, aún así, muchos se van a librar porque tienen medios...

Pese al progreso, ¿esta es la España que soñaba en los 70, 80: De la Rosa diciéndole al Pequeño Nicolás, ese personaje valleinclanesco, que financiaba a CiU para frenar el independentismo, el partido que gobierna acusado por jueces de financiación ilegal, fraude con ERE, sobresueldos...?

No, pero hay que verlo con perspectiva, ya que, si no, te vuelves loco y entras en depresión directa...

Está claro que se ha avanzado mucho y esto (el auditorio de Santa Cruz) es un ejemplo, pero también puede serlo de despilfarro...

Sí y no... La España que conocí con 25 años era muy pobre, dura, no había nada. Costaba mucho esfuerzo todo. Se ha hecho mucho y, cuando se mueve mucho dinero, siempre hay quien se aprovecha. Por ejemplo, estoy convencido de que, en 5 o 6 años, se hablará mucho de cómo se gastó el dinero en enterrar la M-30 de Madrid, una obra estupenda: miles y miles de millones; estoy seguro de que hubo irregularidades que saldrán. Ya las hubo con el primer AVE a Sevilla...

Esto atañe a la sociedad: ¿está en todos los ámbitos, música incluida, o los hay no contaminados? Eso de "¿con o sin factura?".

Creo que sí los hay y que tampoco la política está toda contaminada. Los casos que afloran son impresionantes, pero no creo que toda la política sea igual...

Usted apoyó a un González muy cuestionado en los 90...

Sí, yo he criticado muchos a los socialistas, que han hecho cosas muy mal y muy bien, pero el saldo final es lo que importa. Por ejemplo, el GAL es fruto de una situación política determinada: no se sabía qué hacer con ella...

Ya, pero el terrorismo de Estado es un salto muy grande...

Sí, pero estoy convencido de que Felipe nunca dijo: maten a estos...

¿Y Barrionuevo, Vera, Amedo...?

¿La policía, gente de su gobierno...? Puede que sí, pero fruto de una situación en la que cada día se mataba a gente: es complejo.

Nos hemos embalado por aquí, pero, volviendo al guión, ¿qué es Tenerife para Víctor Pablo Pérez?

Significa todo porque aquí tuve la oportunidad de crear un gran proyecto, como fue la Sinfónica, y hacerlo progresar. Se me trató de forma excepcional, soy hijo adoptivo de la Isla y Santa Cruz, se me quiere mucho e intenté dar todo lo que pude para proyectar esa imagen cultural potente. Hay gente que puede pensar que este auditorio es un derroche. Yo nunca lo pedí. Me conformaba con la sala en la que tocábamos. Se decide construir esto y el recinto ferial, se habla de Calatrava, que estaba en la cresta de la ola, y se crea esto, con sus incomodidades...

¿Qué tal es musicalmente?

No diré sobresaliente, pero sí tiene una acústica más que notable. Siempre pongo un ejemplo: si cogemos una gran grúa y lo llevamos a París, todos lo elogiarían... Lo tenemos tan cerca que no somos capaces de verlo. Lo que hay que hacer es aprovecharlo...

¿Se le ha dado un buen uso...?

Se le ha dado un uso mediano, también por las opciones económicas que ha habido. Eso sí, se cometió un error muy grave desde el comienzo: separar la imagen del auditorio de la sinfónica. Debieron ir siempre juntos, pues, cuando se inaugura, la orquesta ya tenía renombre y premios internacionales que, con este auditorio, hubiera sido una imagen muy potente, pero no se supo hacer y se perdió una gran oportunidad. Algunos decían que la Sinfónica quería acapararlo, pero no. Muchos auditorios compatibilizan hasta tres orquestas, festivales, otras músicas, conferencias, congresos... Es una cuestión de organización interna y gestión.

¿La Sinfónica de Tenerife es su mejor criatura o hay parangón con la de Galicia, Asturias, Madrid...?

Son diferentes proyectos. Este fue el más importante e intenso al principio y me sirvió para crear lo de Galicia más rápido. Lo de Madrid es distinto al ser una orquesta ya constituida, con un coro...

¿Fue imposible aquí crear y mantener un coro?

No había dinero para uno profesional. Había amateurs muy buenos, pero no han sabido ponerse de acuerdo. Estaban todos peleados y creo que aún siguen. Es una lástima, pues hay muy buenas voces individuales, pero están muy divididos, quizás por sus directores: el que canta con unos está vetado con otros y no hay manera de hacer un bloque fuerte...

A sus 61 años, ¿qué le ha faltado o echa de menos en su carrera?

Nada. Hay directores que dirían que una carrera internacional enorme, pero yo no...

Se siente pleno...

Sí, no he necesitado eso ni lo he podido hacer porque estaba demasiado ocupado aquí y en Galicia a la vez. No tenía tiempo ni para recibir invitaciones para dirigir fuera... Tengo la satisfacción de haber construido dos orquestas con una fuerte personalidad y eso es muy superior a una carrera fuera...

¿Llegó a cotas que no esperaba?

La primera orquesta que tuve, la de Asturias, intentó pasar de semiprofesional a profesional y, cuando veo que no es posible, me marcho. Vine aquí y sí pude, convirtiéndonos en un referente nacional...

¿Fue clave el padrinazgo político de entonces?

Fue clave la confianza pública. Esto lo comienzan políticos socialistas en 1986, pero, al poco (mayo de 1987), cambia el Cabildo y entra CC (ATI). Pensamos que no se seguiría, pero la clave fue Miguel Zerolo como presidente de la orquesta (llevaba Turismo insular) al triplicar el presupuesto y creerse el proyecto a pesar de no ser un aficionado al uso de la música clásica. Luego fue Adán Martín el que se convenció, aunque tardó 5 años en decir algo básico: que la Sinfónica se ganaba cada peseta que se gastaba. Desde que dijo eso, la cosa vino más rodada y se crea una sede para ensayar, pues cada semana lo hacíamos en sitios distintos si había suerte... Después, nos convertimos en un referente nacional e internacional. Hacíamos cosas que nadie hacía, como giras internacionales; conciertos al aire libre, didácticos, populares; festivales nacionales; mezclas de estilos con Benito Cabrera, Pedro Guerra, Los Sabandeños...

¿Y cómo la ha visto desde su salida en 2005: muchos vaivenes?

Con el director chino hubo un problema serio, lo peor que puede pasar, que es que haya mal ambiente y los músicos se dividan.

¿Usted medió para arreglarlo?

No, no podía hacer nada. Eran decisiones que tomaba ese director con una serie de músicos. Esto hizo un gran daño y aún se están curando las heridas. Luego, la crisis también ha hecho sus estragos.

Siempre se criticó que se nutriera de muchos músicos de fuera...

Pero hay que ser claros: una orquesta profesional no es una de jóvenes ni de estudiantes. Es algo caro, ha de tener una vida muy rica e intensa, hacer muchos conciertos, ganarse cada euro que le da la sociedad y, para eso, necesita buenos profesionales. Todas las orquestas del mundo cogen a los mejores con audiciones abiertas...

¿Y cómo están los conservatorios, la formación en Canarias?

Estaba regular entonces, pero ahora, como en el resto de España, está muy bien y se ve claramente cuando diriges a la joven orquesta nacional, la de Madrid o la Reina Sofía, que también es de jóvenes. Es la generación más preparada que ha habido jamás, con un salto cualitativo y técnico impresionante...

¿Y pasa como en otros ámbitos: tienen que emigrar para tocar?

Algunos sí, pero eso ha ocurrido siempre. Los que no entran en las orquestas es porque el Gobierno ha prohibido las oposiciones: no hay oferta pública de empleo, salvo algunos contratos de hasta un año en los que entran muchísimos nacionales. Cuando creamos la de Tenerife no había cantera, músicos de aquí de nivel, y se trajo a gente de fuera en un 90% para tocar, enseñar y cambiar el modelo. Y se cambió. Ahora salen muy bien preparados porque ha habido maestros. Era un círculo vicioso. El progreso ha sido muy notable.

¿Puede volver a la de Tenerife?

No, eso está descartado.

¿Su meta de siempre de acercar la música clásica a la sociedad se cumple en la España actual?

Hay orquestas que sí y otras que no. Yo sigo en ese empeño: lo logré aquí y la orquesta es muy querida, en Galicia también, en Las Palmas tengo la sensación de que su orquesta es menos conocida... Siempre he querido llegar a todos.

¿Qué país es referente en esto?

No es cuestión de países o culturas, sino de cómo es vista la música: en Alemania se ve como algo muy habitual y casi imprescindible; en España aún no...

¿España ha retrocedido en eso?

Creo que no. Hay muchas más orquestas, los niños van a los ensayos, saben que existen las orquestas y qué hace casi cada instrumento... Antes se pensaba que las orquestas eran solo de baile...

¿La clase media española es más melómana, más conocedora...?

Creo que también...

Pero, en las leyes educativas, ¿la música no ha sido la gran olvidada?

Sí, eso sí; ha sido la gran olvidada.

¿En la de Wert también?

También. Debería estar prohibido hacer una ley de educación que no esté consensuada en un 90%.

¿No se enseña bien la música en Primaria, Infantil, Secundaria...?

No, no está bien introducida, está de un modo confuso.

¿La cultura es la gran derrotada de la democracia española?

(Silencio) Jo, qué preguntas. No se puede contestar de modo direccional: depende de qué culturas. Evidentemente, no se ha hecho un esfuerzo porque la literatura, la pintura, el cine, el ballet, la música... se conozcan de modo natural en los colegios. No ha habido leyes que ayudaran. Además, los recortes de ahora, el 21% de IVA, que es algo impresentable...

¿Ese 21% ha sido la guillotina?

Para muchos colectivos, sí, sobre todo los que tienen que recaudar de forma urgente. El problema de la cultura es que algunos políticos la siguen viendo como un gasto y, así, no se podrá avanzar nunca...

¿Ha habido venganza ideológica ahora por lo de la ceja y Zapatero?

Sí, en algunos sí. Con lo de la ceja y con otros artistas que han sido críticos con todo tipo de poderes, incluidos los socialistas...

¿Comparte con Pérez Reverte que el PSOE intenta usar la cultura y el PP simplemente la desprecia?

Es posible que sí, pero he llegado a la conclusión de que la cultura y la política no dependen de los partidos, sino de las personas.

¿La orquesta nacional nunca ha sido su objetivo?

Nunca, es una estructura que jamás he entendido bien...

Sigue creyendo más en las orquestas periféricas...

Hicieron un esfuerzo tal y tan moderno, que se adelantaron decenas de años a Madrid y Barcelona, convirtiéndose en referentes.

Sus proyectos futuros.

Seguiré en la de Madrid. Estoy muy feliz por construir en mi país y es algo que creo que hacía falta. Aunque he dirigido fuera, eso no no me lo planteo. El modelo de la Sinfónica de Tenerife ha calado.

¿Cómo ve la dirección orquestal en España: los nuevos valores?

Hay 3, 4 o 5 chicos nuevos magníficos que se han ido abriendo camino también fuera...

¿No teme la competencia?

No, ya tengo la vida hecha.

Volviendo a la política, ¿con 18 votaría a Podemos o Ciudadanos?

¿Qué puedo decir de ambos? Son fuerzas frescas, fruto del momento, pero aún deben probar con hechos si tienen altura política. No basta con querer hacer las cosas. Cada español es experto en fútbol y política. Otra cosa es ponerse y tomar decisiones con agilidad. Un sistema asambleario como el de Podemos puede ser perjudicial para eso...

Ya han reculado y en Grecia han tenido que hacerlo mucho más...

Por eso...

¿Quién ha sido el mejor presidente de la democracia?

Felipe González, al margen del GAL y lo que se le pueda achacar.

¿Faltan políticos de altura?

Sí. Los echo de menos. Además, tenemos esa manía de que las personas de 50 para arriba ya no valen.

¿Quién ha sido el peor presidente?

Aznar, por la burbuja y su segundo mandato: ¿cuántas muertes supuso la foto de las Azores?

"Para nada son conservadores mis repertorios"

Ante algunas opiniones de músicos que han trabajado con él y que lo creen un director muy correcto en la ejecución, pero conservador en los repertorios, responde tajante que al revés. "Tengo armarios completos de música contemporánea; para nada soy conservador: he dirigido sinfonías de Malher que nadie hacía; todas las de Bruckner (compositor que más le llena por sus composiciones "lentas y de largo recorrido", aunque dice que es muy difícil elegir), hemos hecho a Shostakóvich cuando nadie lo hacía, la gente no venía y hasta estrenamos sinfonías; música sudamericana; el proyecto Gérard... ¿Todo esto no cuenta?". De su paso por Tenerife, además, lamenta no haberse explicado mejor cuando propuso, en 2003, que los ensayos generales se desarrollaran por la noche y fueran vistos gratis por residentes de la Isla, lo que fue rechazado por los horarios por la orquesta y supuso la única amenaza de huelga. "Esto fue clave para mi marcha", dice.

"¿Lo mejor?, mi hija; ¿lo más duro?, la muerte de mi mujer"

Pérez, cuya vena musical se la debe a los dominicos "en un colegio de pobres de León" y que nunca se vio más que como músico, censura el tópico sobre la "lentitud" del canario "que se desmonta cuando se le ve actuar en la Península. El calor no invita a correr, pero sí a reflexionar, y eso es también bueno". Preguntado por el mejor presidente regional, y aunque afirma que "Saavedra tenía cosas muy buenas, sobre todo en cultura", se queda con Martín "por tener proyecto y capacidad para distanciarse". No sabe qué alcalde santacrucero ha sido el mejor y, eso sí, lamenta que la ciudad no haya aprovechado su potencial turístico. En un plano más personal, sostiene que lo mejor ha sido su hija (23 años) "por la felicidad de crear algo especial cuando volvíamos en taxi del HUC, donde nació". En contraste, se emociona y dice que el momento más duro fue "la muerte de mi mujer".