Amsterdam aguardaba. Dieciocho finalistas en sus respectivos países llegaban sucesivamente al aeropuerto de Schiphol.

La delegación canaria se unió al completo en Barcelona y ya Peter Grishev (cariñosamente apodado "Pepe") daba muestras de su carisma y confianza en hacer algo notorio en la Global Bartender Final by Heineken 2015.

La capital holandesa recibió al grupo embajador del Archipiélago con un cielo azul intenso, marcado de incontables trazas de aviones que parten de este enclave europeo de actividad frenética.

Pepe (Grupo Monkey''s) sacó pronto a relucir su don de gentes y su capacidad para "tantear" a los que iban a ser sus adversarios durante el cóctel de bienvenida, en el hotel Hilton. Canarias (con entidad de país por su condición de unidad de negocio) empezaba a hacerse notar para todos con una delegación implicada siempre en ofrecer la amabilidad del carácter isleño.

Dieciocho competidores se jugaban el cetro de la pasada edición de la Global Bartender Final by Heineken conquistado por el holandés Sander van Veenendaal , en un certamen que se volvió a reivindicar como extraordinario en generar adrenalina tanto en el espectáculo como en el fundamento de lo que persigue el mismo: la máxima excelencia en el servicio de la caña (que es lo que hace que el consumidor pida la segunda).

Al margen de las bases estrictas del ritual del líquido de oro, que en el escenario iban a ser observadas con severidad por Frank Evers, maestro cervecero holandés y creador del programa Star Serve, el animado preámbulo de la bienvenida puso en contacto a las expediciones que, aunque distendidas, tenían puestas las expectativas ante el día decisivo (miércoles 22).

La "Naranja mecánica". El programa se ciñó con la exactitud del nombre que surgió de aquella selección holandesa liderada por Johan Cruyff en los años 70 y las 18 delegaciones conocieron los entresijos del formidable museo Heineken Experience, además del paseo por los canales y una visita al carismático Freddy''s Bar.

Finalistas y representantes de prensa de cada país siguieron caminos distintos para sendas citas: tomar contacto con el lugar de la final y los ensayos previos, así como rueda de prensa, respectivamente, para coincidir los medios después en el Undercurrent.

¡Ambientazo! Experiencia como la de las grandes finales en cualquier disciplina. Nervios y palmadas. Pepe, con indumentaria muy para la ocasión y pajarita multicolor saludaba a otros aspirantes. Los canarios hicieron migas con todos, pero quizá más aún con la delegación de España, con el campeón madrileño Ahmed; Puerto Rico, con Alejandra o con los mexicanos.

Tras un ligero buffet, la tensión aumentaba. En directo, un dj amenizaba con mezclas potentes y de las pantallas, que iban a dar fe de las evoluciones de los participantes, brotaban electrizantes imágenes y composiciones visuales.

La emoción se debordó. El presentador dio la cuenta atrás: el jurado, compuesto por el mencionado Van Veneendaal y la experta londinense Tatiana. En primera línea, Frank Evers, que a la pregunta de qué iba a buscar respondió tajante: "¡Mistakes! (fallos)".

La primera fase concretaba el pase a octavos de siete bartender y un puesto reservado a la repesca. Llegó el momento del canario que superó los 90 puntos colocándose durante un par de "pasadas" como líder.

A medida que pasaban los contendientes, Grishev empezó a bajar peldaños, pero se afirmó un tiempo en el cuarto puesto. No se contaba, en principio, con el "gallo tapado" de Túnez, que fue definitivo: el tinerfeño quedó en noveno lugar, empatado a puntos con Hungría.

Quedaba la repesca y en las eliminatorias, Grishev demostró estar en lo alto; se deshizo de varios contrincantes, el de Corea, el de Sudáfrica pero no de la griega, que conformó los ocho de la fase final.

Con el duro competidor de Hong-Kong de por medio, la finalísima fue un mano a mano entre el impasible italiano y la flemática rusa, con temple a prueba de bomba. La "zarina" Olga se llevó la final entre ovaciones y lluvia de serpentinas verdes.

AMSTERDAM, "IN SITU"