Refrescante y gamberro son dos de los calificativos que el actor catalán Jordi Sánchez, el pescadero de la popular serie "La que se avecina", ha puesto al montaje "El trámite", en el que participa junto a los actores canarios Aarón Gómez (autor del texto, con la colaboración de Antonio Pedro Serrano), Mingo Ruano (director) y Kike Pérez. Este cóctel explosivo de humoristas actuará, hoy y mañana, a partir de las 20:00 horas, en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna, en esta pieza que plantea, con cierto espíritu larriano, el "poder" de una administración "ficticia" cuyos trámites someten a casi todos los miembros de esta sociedad burocratizada.

La trama de esta comedia, que dura algo más de ochenta minutos que pasan con un ritmo casi frenético, sitúa a diferentes ciudadanos en unas dependencias administrativas a las que no tiene más remedio que acudir para realizar una serie de trámites y gestiones para "legalizar", en algunas ocasiones, acciones absurdas, como cambiar el manillar de la bicicleta.

La risa y la identificación del espectador están aseguradas en esta pieza que refleja situaciones casi reales vividas por la mayoría de los mortales ante la montaña de formularios, papeleos y otros requisitos que se deben cumplimentar hasta para respirar.

La pléyade de personajes que se apoderarán del escenario lo integran una veintena de seres que resultarán muy cercanos al público, porque sus vivencias ante la ventana única son compartidas por muchos mortales con experiencias similares que se verán implicados en muchas de las acciones que se desarrollan, en las que no faltarán "coreografías vertiginosas, canciones en directo, streaptease, rápidos cambios de vestuario, improvisaciones y otras sorpresas que harán reír hasta límites insospechados al respetable", señalan sus promotores.

Aarón Gómez comentó a este periódico que la trama de esta obra, promovida por Acelera Producciones, tuvo un gran empuje a raíz de una experiencia personal que vivió recientemente: una visita a Hacienda.

"Cuando surgió este proyecto estaba haciendo trámites en Hacienda, y me pasé un buen día metido en un edificio. Me acordé de que en esta vida todos tenemos que ser expertos en economía, asesoría y gestión, sobre todo para los artistas que no somos muy terrenales y nos cuesta tanto. La obra coge eso y lo estira. Todos nos identificamos fácilmente con esa tediosa realidad con la que tenemos que convivir. Es realismo social, y lo estiramos, lo llevamos hasta el absurdo, aunque no hace falta porque la realidad ya es bastante absurda. Jugamos con eso y aprovechamos para hacer otro tipo de crítica porque la política está muy cerca y las desigualdades también. La obra es muy crítica".

El escenario en el que se desarrollan las diferentes "historias" es un edificio de usos múltiples, en el que hay de todo. "Lo metimos ahí para que cupiera todo. Ahí se puede hacer desde un trámite para cambiarle un manillar a la moto, hasta una gestión para casarse. Es un humor tirando al absurdo muchas veces. Es una comedia ligerita, muy blanca y después tiene una parte de crítica política, no llega a ser dramática, pero sí tiene algunas pinceladas serias. Un par de cosas que me apetecía decir", comentó el actor tinerfeño.

Cada uno de los actores dan vida a diferentes personajes. Mingo Ruano a seis, Aarón Gómez y Kike Pérez a cinco, mientras que el televisivo Jordi Sánchez se encarga de cuatro. "La idea es mostrar un abanico de habilidades y de capacidades. Hay securitas, inspectores de GAE, un cura, una chica de una comparsa, una secretaria, dos quinquis, uno de Las Palmas y otro de Tenerife que hablan del pleito insular..., un montón de cosas. El personaje central, el que hila la historia, que es Gómez, lo interpreto yo y es el que tiene que resolver el trámite. Un chico normal que va a realizar una gestión burocrática para salir del país a buscarse la vida en otros lugar. Va a pedir un certificado de viajes. Los personajes están equilibrados. La idea era que todos los actores tuvieran más o menos el mismo tiempo en escena, el mismo protagonismo".

En este sentido, precisó que la gente se ríe más con unos que con otros, según su sensibilidad. "La idea era esa, que la gente tuviera su propia quiniela. Jordi hace los papeles más parecidos entre si. Nosotros representamos más a la parte del pueblo, que va a solucionar sus problemas y Jordi es la parte con la que nos encontramos, el securita, el inspector de GAE o el director del edificio. Es el muro con el que chocamos los demás personajes".

"El trámite es una obra que está pensada para el público canario, porque encierra muchos localismos y expresiones propias de la tierra en los textos, aunque es extrapolable a otros territorios con una simple revisión y unos retoques".

"Al final, acabamos con una sonrisa. Lo que queremos es perderle un poco el respeto a todas estas cosas con las que tenemos que convivir. El director del edificio dice que él tiene el sello y que él es la ley. No te queda otra cosa que pasar por el aro. No tiene otra solución porque la vida tampoco la tiene. Que la gente sonría porque la vida es un trámite del que también hay que saber disfrutar", concluyó Gómez.