Concienciar al ciudadano y a las administraciones sobre el valor de los restos arqueológicos de Arona, y por extensión de todas las Islas, además de su preservación y difusión, son algunos de los objetivos del proyecto "ArqueoArona. Con-Ciencia de Patrimonio", promovido desde 2013 por la Concejalía de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento del citado municipio.

Esta iniciativa, que se ha desarrollado en parte en varias fases, ha derivado en una singular exposición, abierta en la Casa de la Bodega del casco de Arona, hasta septiembre, que está integrada por una serie de paneles con fotografías que "sintetizan las características del patrimonio arqueológico existente en el municipio, proponiendo una perspectiva novedosa al centrar su discurso en las diferentes posibilidades que tienen los ciudadanos para conocer, preservar y disfrutar de su patrimonio".

Este loable proyecto lo ejecuta el equipo de arqueólogos integrado por Javier Soler Segura, Carlos J. Perdomo Pérez y Francisco Pérez Caamaño, quienes pretenden contribuir a la socialización del patrimonio arqueológico mediante sencillas propuestas didácticas de naturaleza cognitiva y emocional.

Javier Soler, portavoz del colectivo, explicó que en 2013 hicieron una valoración de todos los yacimientos conocidos y tantearon hasta qué punto había empeorado su conservación en base a la información contenida en trabajos anteriores. "Vimos las posibilidades didácticas y de difusión para una posible visita hipotética en un futuro. Hicimos una puesta al día de la información arqueológica de los 193 yacimientos conocidos".

Un año después realizaron una prospección por todo el municipio, sobre todo en las zonas en las que había vacíos, como el Valle de San Lorenzo y en medianías. "Localizamos otros 173, con los que el número ascendió hasta los 366, entre manifestaciones rupestres, estaciones de canales y cazoletas, fondos de cabañas, dispersiones de material, cuevas naturales y sepulcrales. Tenemos una diversidad tipológica bastante alta".

El último paso dado es la exposición didáctica que se desarrolla en el casco de Arona. "Para intentar provocar un cambio de actitud en la ciudadanía y los gestores del patrimonio para transformar la situación en la que se encuentran estos yacimientos, en muy malas condiciones fruto de agresiones naturales y humanas, como grafitis, que en muchas ocasiones se deben al desconocimiento".

Soler también comentó que ya han planificado los posibles yacimientos que permitirían una visita, pero en función de la persona que vaya a visitarlo, de su conocimiento del pasado, su nivel cultural y su edad, entre otros factores. "Según lo involucrado que esté la persona en la defensa del patrimonio se plantean una serie de actividades y de rutas a yacimientos concretos", siempre que el Ayuntamiento y el Cabildo lo permitan en sintonía con la Ley de Patrimonio Histórico.

También aclaró que Arona tiene, en proporción a toda la isla, la mayor concentración de manifestaciones rupestres. "Son impresionantes. Tienes el roque de Malpaso, el de Vento o el de Jama. Hay maravillas impresionantes, lo que pasa es que algunos están en lugares inaccesibles, o en tan mal estado que es preferible no darles publicidad, porque el deterioro sería constante. Si se hacen unas visitas planificadas y bien controladas, se pueden hacer bastantes cosas interesantes".

Este equipo de arqueólogos es consciente del potencial económico que encierra la utilización del patrimonio arqueológico "in situ" como un atractivo turístico más, que habría que ofertarlo a los touroperadores, según su posible rentabilidad, pero siempre con el beneplácito del Cabildo y cumpliendo la Ley de Patrimonio.

Desde este punto de vista, además de los petroglifos, también existen otros restos de gran interés. "Tenemos numerosos registros en superficie. La costa de Rasca concentra la mayor cantidad de fondos de cabañas guanches y de material de superficie de la Isla, que demuestran que no solo vivían en cuevas, sino que utilizaban las cabañas de forma cotidiana. La mayoría de este tipo de yacimientos se encuentran en el Sur de la Isla porque las condiciones geomorfológicas son las que preservan este tipo de registros".

En este sentido, confirmó que en el norte de Tenerife hay más cuevas naturales por la propia geología insular, aunque también las hay en el Sur. "Pero predominan los yacimientos de superficie, lo que implica que los guanches, ante la necesidad de buscar un refugio para vivir, utilizaban lo que tenían a mano a través de la construcción de cabañas".