La tan manida crisis económica, sobre todo para algunos sectores de la sociedad, como los trabajadores de 55 o 60 años que son echados de sus trabajos, es uno de los argumentos centrales de la obra "Jugadores", escrita y dirigida por Pau Miró, que se representará mañana, sábado, a partir de las 20:30 horas, en el teatro Guimerá de Santa Cruz.

Este montaje, que tiene una duración de unos ochenta minutos, reúne en el escenario a cuatro actores, Miguel Rellán, Ginés García Millán, Jesús Castejón y Luis Bermejo, quienes interpretarán esta comedia ácida, con breves diálogos, en la que también echan mano del humor negro y de algunos detalles que rozan la desgracia de sentirse inútiles, porque así lo ha dictado el sistema que les engulle.

La trama de "Jugadores" sitúa a cuatro hombres, que se acercan a los sesenta años, en una partida de cartas en un piso antiguo, en torno a una mesa y bajo una lámpara. Son un barbero (Jesús Castejón), un enterrador (Ginés García Millán, un actor (Luis Bermejo) y un profesor de matemáticas (Miguel Rellán), cuatro fracasados sociales que se refugian en el juego para tratar de superar las inclemencias de una existencia cada día más vacía. Para salir de la asfixiante realidad económica y social en la que están inmersos deciden atracar un banco.

El actor madrileño Luis Bermejo, que fue nominado a los Goya como mejor interpretación protagonista por su papel en "Magical girl" (2014), aseguró a este periódico, como portavoz del grupo, que el "buen teatro siempre formula preguntas al espectador. En este caso son muchas las interrogantes que subyacen debajo de este texto y este montaje. A bote pronto, entre las principales, la obra plantea ¿qué pasa con esos seres humanos varados sin rumbo que andan por la ciudad o por los pueblos?, ¿qué pasa con la gente que con 55 o 60 años es echada del trabajo?, del sistema, de la estructura que nos gobierna a todos. Han perdido el empleo, son seres invisibles. ¿Qué pasa con las ganas de seguir jugando de esa gente?".

"Jugadores" trata de dar voz a ese colectivo de personas que padecen la injusticia y la frialdad de un sistema que no les respeta, a través de cuatro personajes anónimos, de los que sólo se conoce su profesión, pero que se muestran hipercríticos con la situación que viven.

A Luis Bermejo le ha tocado, curiosamente, hacer de actor, al que dan largas y promesas cada vez que se presenta a un castin para conseguir un papel. "Siempre le están diciendo que en el próximo montaje contarán con él. A él le gusta la adrenalina, según le oímos. Esos momentos en los que se queda en blanco en el escenario. El teatro le sirve para explicarse la hipocresía del mundo en el que vive. He puesto a jugar todo lo que es mi oficio desde hace veinte años, pero no me ha costado ponerlo en juego. Lo que sí cuesta es jugar al distanciamiento. Se hace curioso, difícil y atractivo al mismo tiempo", concretó.

El humor teñido de negro es uno de los aliados de Miró para describir las situaciones que padecen cada uno de los personajes. El profesor de matemáticas que no puede olvidar aquel episodio que vivió con un alumno que se burlaba de él ante toda la clase y contra el que reaccionó violentamente. "Es el que nos ha reunido para que asistamos a un juicio para declarar sobre un problema que ha tenido como profesor. Es el momento en el que arranca la función, aunque ellos se han juntado muchas veces para jugar al póker".

Por su parte, el enterrador visita todas las semanas un prostíbulo para encontrarse con una joven que le atrae tanto que incluso se ha planteado sacarla del lugar; mientras que el barbero no se atreve a decirle a su mujer que ha sido despedido.

Bermejo comentó que "los cuatro personajes están hablando de la dificultad que entraña ser expulsado de un sistema y ver como se reinventan, como se reciclan, como vuelven a ingresar o no en este sistema en el que estamos viviendo. A mi me ha servido también para denunciar cuestiones de mi oficio a través de este personaje. Se tocan tangencialmente los oficios, pero no se llega a profundizar. Vamos conociendo, a través de escenas muy cinematográficas, como se relacionan estos cuatro amigos entre ellos, como son sus vidas. El autor ha querido hacerlo con humor, que ayuda a esclarecer las verdades. Es el vehículo más esclarecedor".

"Jugadores", que incide en la amistad y en las relaciones humanas, es una especie de comedia. "Algunos se atreven a decir que está entre Berlanga, Atraco a las tresy una comedia, a lo mejor más neorrealista. Es una comedia negra. Desde luego, a Pau Miró le gusta mucho el humor de Berlanga. Muchas mujeres dicen que es como ver por una cerradura como se relacionan los hombres", matizó Bermejo.

Por último, concretó que esta pieza teatral tiene tres ejes puntuales. "Quiere hablar de la amistad entre los hombres, la crisis y qué pasa con esos seres humanos varados en las ciudades, sin rumbo".